Entre miradas incrédulas, sorpresa y horror, ayer al mediodía, en el límite entre los barrios Cundinamarca y San Miguel, los habitantes fueron testigos de, tal vez, el hecho de sangre más macabro que se ha registrado en lo corrido del año en Cúcuta y el área metropolitana, pues una persona fue asesinada y cortada en partes.

Sin embargo, la sorpresa más grande se la llevó la primera persona que lo encontró, que de acuerdo a la información recopilada por este medio, se trataría de un colaborador de una empresa de aseo.

Al parecer, este hombre, mientras hacía sus labores de rutina en ese punto del barrio, ubicado en el Canal Bogotá con calle 11, se extrañó de ver una cava de icopor en perfecto estado dentro del canal, por lo que bajó a revisar su contenido.

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Sin imaginar, ni remotamente lo que se encontraría, este hombre descendió y cuando ya estuvo a pocos metros, el miedo y la impresión se hicieron sentir: dentro de la cava había algunas partes de un cuerpo humano, la más impresionante fue la cabeza que, hinchada, por estar tanto tiempo debajo del agua, daba a la escena un tinte de película de terror. 

De inmediato, este hombre alertó a uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta que, al verificar, acordonaron la zona, taparon la caja y llamaron a la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brihno) para que hiciera el respectivo levantamiento.

“Uy Dios mío, nadie debería aparecer así muerto”, “¿Qué clase de mal debe tener por dentro el que lo hizo?”, “¿Quién será la víctima?”, eran algunas de las frases que decenas de espectadores repartían en un diálogo colectivo de repudio y terror, mientras las autoridades adelantaban las pesquisas del siniestro homicidio.

No hay pistas

Al poco tiempo, el coronel Julio Olaya, comandante operativo de la Mecuc, aseguró que se trataría de un hombre. Sin embargo, al cierre de esta edición continuaban adelantando las inspecciones respectivas para dar con la identidad plena de la víctima.

“Dentro de la cava hay solo algunas partes del cuerpo, ahora parte de la investigación estará enfocada en encontrar los miembros restantes. Por ahora, se cree que la cava fue abandonada por una persona en la madrugada”, dijo una fuente judicial.

Dada la cantidad de espectadores que observaban la cava, y que, de manera curiosa querían conocer el interior, los agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, la trasladaron hasta las instalaciones de Medicina Legal para hacer las labores respectivas.

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Pero, antes de llevarla, debido al peso del contenido los agentes tuvieron que verter la sangre de la víctima, dejando sobre algunos segundos a la comunidad en silencio mientras observaban los alcances de la violencia que ha llegado a Cúcuta.

Las autoridades esperan recopilar el material probatorio suficiente con la cantidad de cámaras que hay cerca al lugar, por lo que hasta el momento, el caso se encuentra sin ninguna hipótesis clara.

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