La ofensiva de la Policía de Norte de Santander y el Ejército contra el Eln sigue dando buenos resultados.
En un operativo reciente, las autoridades lograron identificar a seis personas que, presuntamente, serían miembros de esa guerrilla que se ha encargado de sembrar miedo y terror el departamento.
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Sin escapatoria
La información proporcionada por un informante fue fundamental para dar con el paradero de estas personas. Al parecer, se habrían presenciado movimientos extraños en varias residencias ubicadas en la vereda Capitán Largo, de Ábrego.
Con esta información, las autoridades comenzaron una serie de investigaciones que permitieron corroborar los datos proporcionados.
Durante 15 días, las autoridades les siguieron la pista, mediante labores de inteligencia a los presuntos sospechosos, lo que permitió recolectar suficiente material probatorio que los vinculara con esta organización ilegal. Por lo tanto, fue necesario que manejaran la operación de manera meticulosa.
Durante ese lapso, los investigadores descubrieron que seis personas estarían proporcionando información de operatividad; es decir, estaban haciendo labores de inteligencia para el Eln para que no fueran sorprendidos por las autoridades. Asimismo, se encargaban de almacenarles armamento.
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Tras obtener pruebas suficientes que dieran veracidad a aquellas sospechas, las autoridades solicitaron a la Fiscalía varias órdenes de allanamiento. Con los documentos en mano, se dirigieron a ocho residencias ubicadas en esta vereda de Ábrego.
Ya no había escapatoria. El ‘trabajito’ que venían haciendo se les cayó por completo, pues el 19 de septiembre, en horas de la madrugada, Abel Antonio Pacheco, Alexis Pineda Torres, Roberto Vega Garay, un menor de edad y dos mujeres fueron sorprendidos por los uniformados, quienes les notificaron que estaban siendo solicitados por la justicia.
Con los allanamientos, se incautaron seis armas de fuego: dos pistolas (una de nueve milímetros y una traumática), dos calibre 7.65, una escopeta calibre 12 y un revólver, que fueron encontradas ocultas en una caleta en la pared; además de diez proveedores.
Durante el procedimiento, también se hallaron cinco cartuchos calibre 38, 31 cartuchos calibre 7.65 y 30 de nueve milímetros, que presumiblemente venían de Brasil, y un celular.
Los capturados fueron dejados a disposición de las autoridades competentes para que respondan por el delito de fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y municiones.
Entre los capturados, se logró conocer que Vega Garay tendría anotación por el delito de amenazas contra defensores de derechos humanos y servidores públicos.
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