La intención de llegar a los Estados Unidos, para dos jóvenes cucuteños, se quedó en veremos. Su destino soñado se ha convertido en algo inalcanzable. El 3 de marzo inició la odisea cuando partieron en bus, desde Cúcuta hasta Necoclí, sin sospechar el horror al que se estarían enfrentando.
Miriam Yiby Puentes, es la angustiada madre que clama por el regreso a Colombia de su hijo y sobrino, quienes fueron víctimas -según ella- de las mafias oscuras que se esconden en la selva del Darién, “a ellos, les empezaron a exigir cierta cantidad de dinero para poder avanzar, por cada tramo tenían que pagar y la cifra les iba aumentando, hasta que se quedaron sin dinero”.
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La mujer, en medio de lágrimas, asegura que al interior de la selva, en uno de los controles dominado por grupos armados, su hijo estuvo a punto de morir de un disparo.
Los dos jóvenes, de 28 y 26 años, que permanecieron cerca de 6 días en el Darién, lograron comunicarse vía telefónica con su familia, a quien les entregaron detalles de la horrible odisea, “después de pasar por un río donde el agua les llegaba hasta el cuello, lograron llegar hasta Panamá y ahí se encontraron con el ejército panameño, quienes les manifestaron que eran unos sobrevivientes, porque son más los que mueren en el camino que los que logran salir con vida”.
Este mensaje fue estremecedor para Miriam, que como madre, sintió desde el momento de la partida de su hijo, que algo malo sucedería.
Jaulas y marcas
Es tan cruel y tenebroso el relato de los dos jóvenes, que manifestaron encontrarse de frente con jaulas llenas de personas a las que retienen a cambio de exigencias de dinero a las familias, además de sellos que les ponen en los cuerpos para ser identificados por los grupos que dominan el Darién.
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Regreso a Colombia
Un pasaporte humanitario para poder traerlos de regreso, es lo que anhela la familia. Actualmente, ellos permanecen en un estado de México considerado como un lugar seguro, sin embargo, no tienen dinero para poder avanzar al territorio americano y tampoco quieren hacerlo por el mismo camino que emprendieron.
Se conoce que son varios los cucuteños que están atravesando el desafortunado panorama. Miriam, en la búsqueda por encontrar ayuda, ha conocido el testimonio de otro joven, residente en el barrio Oasis, que le aseguró, también se encuentra bajo las misma condiciones.
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