El féretro de 'Tigre', uno de los mandos más veteranos que habría tenido el Eln en Norte de Santander, cuyo nombre solo lo conocerían sus familiares y más cercanos amigos, fue acompañado por un enorme grupo de personas y guerrilleros hasta su última morada, donde lo despidieron con honores.
El sepelio se dio la tarde del lunes en zona rural de Teorama, hay quienes aseguran que eso fue en el corregimiento San Pablo, pero ninguna autoridad de Norte de Santander lo ha querido confirmar o desvirtuar, y más bien guardan silencio ante tal hecho que provocó polémica e indignación.
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“A este tipo lo despiden como un héroe, pero no es nada raro que se dé algo así en zonas como el Catatumbo, donde el Estado no tiene ningún control”, comentó un líder social que prefirió no ser identificado por temor.
Las imágenes del entierro se conocieron el martes. Por redes sociales circularon varios videos en los que se puede ver a más de una veintena de integrantes del Eln vistiendo un uniforme verde oliva, con sus rostros tapados por pañoletas rojinegras con las siglas de ese grupo armado ilegal, y armados hasta los dientes.
Entre los subversivos también va un enorme grupo de personas de civil, entre ellas varios niños, que en sus manos llevan globos blancos y rojos. Todos rodeaban la carroza fúnebre donde cargaban el féretro de ese comandante guerrillero.
También se puede ver una camioneta Toyota, de color gris, con vidrios polarizados y placas colombianas, con el equipo de sonido a todo volumen y se escucha una canción que ha sido muy particular para las honras fúnebres de los integrantes del Eln, que dice: “Si muero en un combate no me vayan a llorar, solo icen una bandera y me cantan una canción… Y a todos mis compañeros yo les exijo lealtad, que por muy duro el momento…”.
El recorrido se extendió por varias calles empedradas y polvorientas de ese caserío en el corazón del Catatumbo y que es uno de los más protegidos por el Eln, hasta llegar al cementerio, donde los guerrilleros se agruparon y comenzaron a decir: “Compañero ‘Tigre’, presente, presente, presente. ¿Hasta cuándo? Siempre, siempre, siempre”.
Luego de ese mensaje, sonaron algunos disparos y finalmente procedieron a la sepultura en un hueco que estaba destinado para ese comandante del Eln, en aquel cementerio. Tras más de dos horas de las honras fúnebres, los subversivos se retiraron y solo quedaron los familiares.
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“Estas imágenes dejan ver, una vez más, el poder de los grupos armados ilegales en el Catatumbo, donde hacen lo que quieren y no hay una sola autoridad que lo evite. A la gente le toca callarse y hacer caso, porque si no los asesinan, ellos son los que mandan”, indicó un habitante de esa zona de Norte de Santander.