El miedo, la inquietud y la zozobra volvieron a sentirse en el corregimiento Banco de Arena y sus alrededores, en la zona rural de Cúcuta, donde en tan solo dos días se han registrado dos homicidios que una vez más encienden las alarmas entre la población que vive entre amenazas, muertes y desapariciones.

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Y es que el domingo en la mañana, en la destapada vía que de Banco de Arena conduce a la vereda El Infierno, al frente de un cementerio, fue hallado el cadáver de un hombre, generando pánico entre la comunidad, y 48 horas después encontraron otro cuerpo sin vida, en ese mismo punto.

Para los pobladores de ese corregimiento, que está ubicado a una hora del casco urbano de Cúcuta, no es algo novedoso que los violentos dejen los cadáveres de sus víctimas y después se vayan tranquilamente.

Ese panorama sigue demostrando que en la zona rural de Cúcuta la violencia, la presencia desmedida de los grupos armados ilegales y el retumbar de las balas siguen siendo ‘el pan de cada día’.

Los dos asesinatos

El hallazgo más reciente se dio ayer, en la mañana, cuando unas personas que transitaban por esa vía encontraron el cuerpo sin vida de Óscar Manuel Haeckermann Ortiz, a un lado de esa carretera polvorienta, justo al frente de un cementerio.

La víctima, de 23 años, presentaba tres impactos de bala en el pecho, además tenía en el pecho un tatuaje de unas letras musicales, al lado de tres estrellas.

Además, los asesinos le dejaron su documento de identidad venezolano sobre el pecho.

Una vez las autoridades se enteraron de este hallazgo, por razones de seguridad, enviaron a los empleados de la funeraria Nuestra Señora del Carmen para que recogieran el cadáver y lo trasladaran a las instalaciones de la Sijin en Corral de Piedra, donde se le practicó la inspección técnica.

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Luego el cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal, a la espera de que algún familiar lo reclame para darle el último adiós.

La mañana del domingo, unas personas que transitaban por esa misma vía encontraron el cadáver de otro hombre, que hasta ayer no había sido identificado.

La víctima estaba tirada bocarriba, con cinco impactos de bala en el pecho. Vestía un pantalón beige, camisa blanca de estampado y tenis blancos con negro. Además, tenía un tatuaje en el pecho, con el nombre ‘Nevis’.

Los empleados de la funeraria Nuestra Señora del Carmen también se encargaron del trasladado del cadáver hasta la Sijin.

Sin pistas de los autores de los homicidios

La coronel Sandra Mora, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), indicó que en conjunto con la Sijín e inteligencia policial se adelantan las averiguaciones sobre los responsables de los dos homicidios.

“Una vez nos enteramos de estos hechos lamentables, iniciamos con la recolección de pistas que den con el rastro de los responsables de los dos homicidios”, indicó Mora.

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