El temor que sentía desde hace unos meses Jaime Alonso Vásquez Giraldo, de que tenía una sentencia de muerte por denunciar unos graves actos de corrupción en Norte de Santander, se hizo realidad el pasado 14 de abril.
Y eso quedó confirmado este fin semana durante las audiencias concentradas que se dieron entre el sábado y ayer, ante la jueza Primera Penal Municipal con Función de Control de Garantías, Vivian Polanía, en las que se ratificó que al abogado y veedor ciudadano lo asesinaron por investigar y denunciar actos de corrupción.
Lea también: Así fue la captura del asesino de Jaime Vásquez, veedor en Cúcuta
Así lo repitió una y otra vez el fiscal Edwin Carvajal, adscrito a la Unidad Especial de Investigación de Cúcuta, mientras exponía el material probatorio que tiene en contra de Alejandro José Arias Alejos, el presunto sicario que habría sido contratado para matar a Jaime Vásquez.
“El señor Jaime Vásquez solo se dedicaba a investigar y denunciar actos de corrupción. Eso fue lo que hizo por mucho tiempo, y por eso fue que lo mandaron a asesinar”, señaló el representante del ente investigador durante las audiencias.
Cabe recordar que Vásquez Giraldo hacia todas sus denuncias por la red social Facebook, mostrando los documentos que encontraba o le filtraban.
Y, precisamente, muchas de esas denuncias hoy se encuentran siendo investigadas por la Fiscalía. Es más, el lunes 15 de abril, Jaime Vásquez tenía una reunión con una fiscal anticorrupción para entregarle algunos documentos que evidenciarían actos de corrupción en algunas entidades departamentales, cita a la que no pudo llegar porque el día anterior lo asesinaron de cuatro balazos.
Por eso hoy, unos expertos en análisis forenses informáticos se encuentran revisando en detalle el celular y el computador del veedor asesinado, sacando todos los documentos que él tenía y que servirán como pruebas para seguir adelante con los procesos investigativos que se llevan en Norte de Santander.
Dos testigos claves
En la audiencia también se reveló que a quien habrían contactado para orquestar el homicidio de Jaime Alonso fue a Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, alias Saúl, el líder de la banda criminal ‘Los AK47’, que hoy se encuentra recluido en una prisión del estado Carabobo de Venezuela y desde allá sigue dando órdenes a esa organización ilegal que delinque en Cúcuta.
Según se escuchó en las diligencias, un informante le contó eso a la Fiscalía y agregó que a Alejandro Arias, conocido con los alias ‘Cojo’, ‘Chueco’ o ‘Pure’, una vez cometió el asesinato, también lo iban a matar, pues no querían dejar algún rastro que llevara a quien pagó por ese hecho violento.
Gracias a la rápida acción de la Fiscalía, apoyada por la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), lograron tener videos, testimonios y hasta dos informantes claves que llevaron a identificar al presunto sicario.
Pero los dos informantes fueron fundamentales para que las autoridades lograran saber todo sobre el ‘Chueco’, pues al enterarse de la recompensa y ver los videos que circularon por redes sociales del crimen de Vásquez, decidieron ir a la Fiscalía y revelar que a quien estaban buscando era a Alejandro Arias, un presunto sicario que delinquía en Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario.
Le puede interesar: Celular y computador de Jaime Vásquez, pistas claves de su crimen
“Ustedes están buscando es a ‘Pure’, un sicario duro. Ese man que aparece en el video es él, lo conozco por la ropa y por el problema que tiene en la pierna. Él se llama Alejandro y tiene una pierna mal, no puede caminar bien y maneja la moto con mucho problema, además, tiene un revolver plateado con cacha de madera”, fue uno de los testimonios de uno de los informantes que se escuchó por parte del fiscal.
Arias Alejos, según contó la Fiscalía en las audiencias, era el segundo al mando de la banda criminal ‘Los AK47’, que tiene su accionar en la zona céntrica de la capital de Norte de Santander, donde maneja el microtráfico, las extorsiones y los asesinatos por ajustes de cuentas.
“Pero a ‘Pure’ lo han buscado para que cometa varios sicariatos en la ciudad y en Los Patios y Villa del Rosario. Ese man quedó de segundo en ‘Los AK47’. Además, me contó que los gaitanistas lo estaban buscando para que se hiciera cargo del sector La Pichera de Los Patios, que le iban a dar un fusil y unas pistolas para eso”, habría contado otro de los informantes claves.
Las autoridades también conocieron que alias ‘Chueco’ tenía su discapacidad en la pierna derecha porque hace unos años sufrió un accidente y se fracturó ese miembro inferior en tres partes, pero también tendría problemas en uno de sus brazos y por eso dispara con la mano izquierda.
“Alejandro o ‘El Cojo’ no trabaja, no hace nada, solo se dedica al sicariato o la venta de drogas”, le aseguró uno de los informantes a la Fiscalía.
El presunto sicario también les habría contado a sus conocidos, quienes hoy le están colaborando a la Fiscalía, que él tendría problemas en Venezuela porque presuntamente mató a dos policías y por eso no podía volver por allá.
Además, se conoció que Alejandro Arias estuvo al servicio de la banda ‘Los Lobo’ y luego pasó a ser parte de ‘Los AK47’.
A pesar de todo esto, Alejandro Arias decidió no aceptar los cargos e irse a un juicio para demostrar que no tienen nada que ver en este hecho, o hay quienes aseguran buscará la forma de llegar a un acuerdo con la Fiscalía para acogerse a un principio de oportunidad para tener una rebaja de la condena.
Las otras pistas
Los investigadores también pudieron recopilar videos que muestran que a Jaime Vásquez lo comenzaron a seguir desde las 6:30 de la mañana, de ese domingo 14 de abril, cuando salió de su apartamento, ubicado en el barrio Ceiba II.
Además, también obtuvieron las imágenes de la ruta de escape del sicario y la mujer que lo acompañaba el día del homicidio.
Lo primero que mostraron en las audiencias de imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento es que Vásquez Giraldo salió muy temprano en la mañana, el 14 de abril, con rumbo a la iglesia Domingo Savio, que está a dos cuadras de donde él vivía. Esto basado en unos videos.
En las imágenes, según el ente investigador, han podido ver que a la víctima la comenzaron a seguir una vez sale del edificio en el que residía. “También se puede ver que estando en la iglesia lo tenían vigilado”, indicó el fiscal.
Hacia las 8:00 de la mañana, cuando terminó la misa, Jaime Vásquez salió de la iglesia con rumbo al local de La Riviera, donde lo asesinaron. “En esa ruta también se ve que lo van siguiendo. Los videos nos muestran todo eso”.
Las autoridades estarían tratando de identificar unos vehículos y motos con los que siguieron a la víctima, hasta que llegó al establecimiento y le avisaron al sicario para que lo asesinaran.
En las imágenes que mostraron en las audiencias, se ve que el veedor llegó en su camioneta blanca y luego de estacionarse, se bajó, caminó hacia adentro del establecimiento y pidió unos pasteles, para luego salir y sentarse en una mesa de la parte externa a comérselos.
Lea también: Me vienen a matar, ayúdenme: el llamado de auxilio de Jaime Vásquez, en Cúcuta
En los videos también se pudo ver que el sicario y su acompañante pasaron y al corroborar que su objetivo estaba ahí, dieron una vuelta, y al regresar, se estacionaron, el sicario sacó un arma y se acercó a Jaime Vásquez, disparándole de inmediato.
El veedor, al ver que lo atacaban, salió corriendo hacia la parte de adentro y el pistolero siguió persiguiéndolo, hasta que lo alcanzó y lo remató. De los seis disparos que le hizo, le propinó cuatro.
Una vez cumplió con su cometido, el sicario regresó a la moto y se subió, dejando a la mujer delante de él y manejando el vehículo. Tres cuadras más adelante frenó y le ordenó a su acompañante que pasara para la parte de atrás. Una vez se ubicaron, siguieron la ruta de escape por la Diagonal Santander, continuando por la calle 11 en contravía y así llegaron a la zona céntrica. Finalmente habrían arribado a un callejón en el barrio Carora, donde guardaron todo.
Al otro día, Alejandro Arias se habría marchado para Bucaramanga a esconderse en un apartamento que alquiló en el barrio Keneddy y les pidió a unas amigas que le recogieran todas sus cosas que tenía en una casa en Betania de Los Patios y se las mandaran a la capital de Santander.
Y fue allá en Bucaramanga donde otro informante alertó a la Fiscalía de que allí se escondía el ‘Chueco’, que lo estaban buscando por el asesinato del veedor en Cúcuta y el viernes lo capturaron. En la noche fue trasladado a la capital de Norte de Santander.
Al cierre de esta edición, seguían las audiencias concentradas y se esperaba la intervención de la defensa de Alejandro Arias Alejos para ver cómo desvirtuaría todo el material probatorio que tiene la Fiscalía y así salvar a su cliente de un ‘canazo’ en una prisión de máxima seguridad.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion