La aparente calma que había en Cúcuta y el área metropolitana durante los operativos en contra del contrabando de alimentos parece que ya no va más. Este negocio ilegal y lucrativo volvió a ser atacado por las autoridades.
Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), Ejército y otras entidades municipales no le quieren seguir dando tregua a esas bandas de contrabandistas. Además, las malas condiciones en las que se encuentran estos alimentos han impulsado a que se ejecuten operativos.
Y precisamente, las denuncias de varias personas que señalan a un barrio de Cúcuta por vender productos en mal estado y en condiciones deplorables, fueron clave para dar inicio a una investigación.
A la defensiva
Por eso, ayer, a las 5:30 de la mañana, unidades de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) le dieron un golpe al contrabando en el barrio San Gerardo.
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Los uniformados se desplegaron en ese sector del norte de la ciudad, muy conocido por la venta e ilegalidad de sus productos cárnicos.
La acción tomó por sorpresa a los comerciantes que estaban trabajando en ese momento, quienes, al ver a las autoridades, intentaron huir con sus productos, pero ya no era posible.
En cuestión de segundos, todo se convirtió en un completo caos; los vendedores discutían con los uniformados para que no se les llevaran la mercancía, y al ver que su negativa no los llevaba a ningún lado, “se acercaron hacia donde estaba la carne y le rociaron gasolina con la intención de quemarla, pero se logró detenerlos”, aseguró una fuente judicial.
Ante esto, las autoridades solicitaron el apoyo del Grupo de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (GUDMO), antes conocida como Esmad, para controlar los disturbios.
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Sin medidas
Alrededor de dos horas duró el operativo, que dejó al descubierto las condiciones antihigiénicas en las que se encontraban estos alimentos y que no contaban con ningún documento que acreditara su legalidad.
Pero lo que más les llamó la atención, es que los productos eran transportados en bolsas plásticas y en costales, y tenían mal olor, lo que aumentaba el riesgo de transmisión de enfermedades.
Las siete toneladas de carne y 1.4 toneladas de queso que fueron incautadas, y que estarían avaluadas en aproximadamente $134.500.000 millones, estaban listas para la venta al público y, al parecer, serían distribuidas en los restaurantes y supermercados de la ciudad. Asimismo, se incautaron dos camionetas Grand Blazer y Ford 150 de procedencia extranjera.
Venía de Venezuela
Durante las investigaciones que se venían desarrollando desde hacía más de tres meses, se descubrió que, al parecer, esta mercancía era traída desde Venezuela por medio de trochas y llevada hasta San Gerardo por el corregimiento de San Faustino. Así lo aseguraron las autoridades.
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