José Alejandro Matusalén Lima, llegó el pasado 5 de abril, con su mamá, a La Parada, en Villa del Rosario, pues cruzarían para San Antonio (Venezuela), donde él sacaría la cédula.
Pero el viaje que pretendía ser tranquilo, se convirtió en una odisea para la mujer, luego de que hombres en moto se lo llevaran con rumbo desconocido. Desde entonces, han pasado los días y no hay respuesta, al joven es como si la tierra se lo hubiese tragado.
José Matusalén recientemente habría llegado de Bucaramanga, según su mamá, donde estuvo en la cárcel por comprar un celular robado. Allí duró 10 meses y hasta hace poco volvió a Cúcuta.
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¿Qué sucedió ese día?
José Alejandro y su mamá llegaron a ese sector de Villa del Rosario, a las 12:00 p. m.. Antes de seguir el camino, se detuvieron en una barbería, pues como él se sacaría una foto para el documento, quería verse bien.
Sin embargo, cuando todo parecía estar tranquilo, cuatro hombres en dos motos llegaron hasta el lugar y con armas de fuego interceptaron al joven, de 18 años.
“En esas le dijeron a mi hijo que se montara en la moto porque tenían que hacerle unas preguntas. Yo puse resistencia y dije que por qué se lo iban a llevar, pero ellos me dijeron que por la seguridad de mi hijo, no fuera a la Policía”, manifestó la mujer.
Según ella, tras ver que a su hijo se lo llevaban, corrió para intentar alcanzar a los hombres, pero “se me escapó de las manos”.
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Aunque ella quisiera ir hasta el lugar donde José Alejandro Matusalén desapareció, no ha podido, pues ha recibido llamadas amenazantes y mensajes que la mantienen entre la espada y la pared.
“No puedo ir a La Parada a buscarlo porque me amenazaron, diciéndome que si yo iba a La Parada me mataban a mí o a él”, señaló la mujer.
Añadió: “Mi hijo me dijo ese día, mami toma la gorra, espérame aquí, el que la debe la paga, porque yo nunca me he metido en problemas con nadie, espérame aquí que yo voy y vengo. Ese voy y vengo no llegó”.
Los días pasan y la mujer sigue desesperada y angustiada, esperando recibir alguna señal de su hijo, “yo solo quiero que me digan dónde está, si está golpeado, si está herido o dónde me lo dejaron tirado o qué quieren a cambio”.
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