El último rastro que tuvieron los familiares y amigos de Maricela Franco, de 48 años, fue el miércoles, cuando un grupo de hombres armados llegó hasta la casa de la mujer, en el barrio Minuto de Dios y la obligó a irse con ellos, con rumbo desconocido. Ayer, ella fue hallada sin vida en la vía que conduce hacia San Faustino.
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Las esperanzas de los seres queridos de la víctima, de volver a verla con vida se acabaron cuando finalmente se percataron de que la mujer que fue asesinada a balazos en la cabeza, en la vereda El Porvenir, zona rural de Cúcuta, era su familiar.
El cadáver fue encontrado por los transeúntes y habitantes de este sector, por lo que de inmediato alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta de lo que había sucedido.
Precisamente, para las personas que residen por esta vía ya es costumbre oír disparos en las madrugadas y presenciar escenas violentas.
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La víctima inicialmente no había sido identificada, porque en el momento no tenía ningún documento. Sin embargo, después de que la funeraria Nuestra Señora del Carmen trasladó el cuerpo hacia las instalaciones de la Sijín, donde la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantó la inspección técnica, algunos familiares llegaron a identificarla.
El rastro
La mujer, que vestía una camiseta de colores rojo y negro, una licra negra y zapatos blancos, tenía las prendas mojadas y rastros de barro, por lo que las autoridades presumen que los homicidas pasaron Franco desde Venezuela por el río Pamplonita, para asesinarla en territorio colombiano.
Esta práctica se ha hecho común en este sector, pues allí, la falta de presencia de la Fuerza Pública complementa un escenario perfecto para el crimen.
Por ahora las autoridades tendrán que establecer qué móviles rondan el asesinato de la mujer.
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