La familia Pineda Fuentes volvió a sentir tristeza, dolor y resignación, esta semana, con el asesinato de Ronald Joaquín.

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Y es que este hogar viene siendo víctima de los grupos armados ilegales que delinquen en la frontera con Venezuela, desde 2019, cuando mataron a Stefin Augusto Pineda Fuentes, afuera de un local en El Escobal.

Pero el pasado domingo en la tarde, se enteraron de que a Ronald Joaquín lo habían asesinado, horas antes, en la entrada de la trocha Torre 51, por el tramo del Anillo Vial Oriental que pasa por Boconó.

El papá de los dos hermanos asesinados en la frontera, contó que: “el 15 de febrero de 2019 asesinaron a mi hijo Stefin mientras abría un supermercado que tenía en el barrio El Escobal, ese día lloramos como nunca antes lo habíamos hecho, ahora, cuatro años después, volvemos a sentir ese mismo dolor”.

Por eso, hace tres días, varios de los familiares de Ronald Pineda, de 40 años, no paraban de llorar y lamentarse, así como pedir justicia, por lo ocurrido nuevamente, mientras esperaban que en Medicina Legal les entregaran el cadáver de su ser querido.

“Somos personas cristianas, temerosas de Dios y que no nos metemos con nadie. Mi hijo era alguien correcto y que trabajaba para los gastos de su hogar, era una buena persona”, recalcó el angustiado papá.

Lo mataron por una extorsión

Según se conoció, Ronald Joaquín Pineda, quien trabajaba administrando unos inmuebles y como mototaxista en la ciudad venezolana Pedro María Ureña, venía siendo víctima de extorsión por parte de un grupo armado ilegal que hace presencia en ese sector del estado Táchira.

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Los extorsionistas le habrían pedido a Pineda Fuentes dos pagos de 300 dólares y les habría entregado ese dinero por miedo a que le hicieran algo a él o a sus seres queridos.

Pero los delincuentes, no contentos con ese dinero, la semana pasada volvieron a contactar al mototaxista y le exigieron otros 300 dólares, pero esta vez les habría pedido que le dieran un plazo para reunirles el efectivo.

Confiado de que así sería, el jueves de la semana pasada, Ronald Pineda salió de su casa, se despidió de su esposa y le dijo que se iba a hacer una diligencia, también dejó su celular cargando.

Pero las horas pasaron y Ronald Joaquín no apareció, por lo que sus familiares madrugaron el viernes a buscarlo, sin lograr tener una pista de su paradero.

El domingo en la tarde, algunos familiares se enteraron de que en la noche del viernes, en un tramo del Anillo Vial Oriental, por Boconó, en Cúcuta, encontraron el cuerpo de una persona que no había sido identificada por las autoridades. Al revisar algunas fotografías, se dieron cuenta de que se trataría de Ronald.

Por lo que el lunes, en la mañana, cruzaron la frontera y llegaron a Medicina Legal para identificarlo plenamente y reclamar el cuerpo para darle el último adiós.

El hallazgo del cuerpo

El viernes a las 11:51 p. m., unas personas que se movilizaban en un carro por el Anillo Vial Oriental hallaron el cadáver de un hombre y de inmediato le avisaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) para que verificara lo que había sucedido.

Según se conoció, quienes iban en un vehículo por ese desolado sector, al ver el cuerpo, detuvieron la marcha y se bajaron a ver qué había pasado, dándose cuenta que la persona tenía dos impactos de bala en la cabeza, otro dos en el pecho y dos más en la espalda.

Minutos más tarde, varias patrullas llegaron al lugar y al verificar que la información era cierta, cerraron la vía y de inmediato solicitaron la presencia de las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho).

Las autoridades creen que los asesinos trajeron a la víctima desde territorio venezolano y la asesinaron en la entrada de la trocha Torre 51, pero luego movieron el cuerpo, dejándolo sobre el pavimento.

Se cree que miembros del Ejército de Liberación Nacional (Eln) fueron los que trajeron al hombre, que resultó ser Ronald Pineda. Y es que la víctima tenía el pantalón y los zapatos mojados y embarrados.

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