La única esperanza que tienen los familiares de Jefferson Alexander Valencia Díaz y de Ricardo Asprilla Bermúdez, quienes murieron a balazos la noche del domingo, en la urbanización Cormoranes, es que las autoridades puedan analizar los videos de algunas cámaras de seguridad que hay en el lugar para esclarecer cómo se dio este hecho de sangre.
Las detonaciones de varios disparos alertaron a los residentes de este sector que colinda con el Anillo Vial Occidental, a las 7:00 de la noche.
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La primera versión que conocieron los familiares de las víctimas es que, al parecer, cuando Valencia y Asprilla conversaban y se tomaban unas cervezas, se desató una riña que terminó en el ataque a bala, perdiendo la vida.
Sin embargo, las autoridades conocieron que, al parecer, un hombre conocido como ‘El Negro’ habría llegado al lugar y les disparó a los dos hombres.
No obstante, un grupo de investigadores judiciales continuaba ayer adelantando las pesquisas para esclarecer este hecho y los móviles que lo desencadenaron, que podría ser por un problema personal.
Los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección en el lugar y del levantamiento del cuerpo de Jefferson Valencia, que quedó tendido en la escena del ataque, mientras que el cadáver de Ricardo Asprilla fue recogido en el Policlínico de Atalaya.
¿Quiénes eran?
Los familiares de Ricardo Asprilla, quien vivía en un apartamento de la torre 14 de Cormoranes, aseguraron que él era un hombre trabajador y que no le gustaban los problemas, sino por el contrario, siempre vivía de buen humor y le gustaba sacarle un chiste a cualquier situación.
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Tenía 32 años y dejó tres hijas de 4 y 1 año, y una bebé de nueve meses de nacida. Sus amigos y familiares lo conocían como ‘Guacho’.
La pareja de la víctima aseguró que él trabajó en una mina ubicada en la vía que conduce al corregimiento San Faustino, pero que actualmente estaba laborando como mesero en un restaurante. Sin embargo, entre sus planes, estaba retornar ayer a sus labores como minero.
Según los dolientes, Asprilla estuvo todo el día en el apartamento, solo salió un par de horas en la mañana, para arreglar una bicicleta y regresó. Sobre las 6:20 de la tarde, al parecer, Ricardo recibió una llamada y acordó encontrarse con alguien en la torre 33 de esta urbanización.
“Él se fue diciendo que se iba a encontrar con alguien al que estaba buscando desde hace algunos días y que iba a cuadrar el dinero de la semana”, dijo un familiar, pues al parecer, a él le debían una plata.
Una vecina de la torre 14 les aseguró a los familiares de ‘Guacho’ que cinco minutos antes de que sucediera el hecho, ella lo vio conversando con otro hombre.
El dolor en Niña Ceci
El mismo dolor y las lágrimas que hubo en las torres de Cormoranes se trasladaron hacia el barrio Niña Ceci, donde vivía Jefferson Valencia.
Los familiares de este cucuteño, de 36 años, aseguraron que él se rebuscaba el dinero vendiendo rifas y trabajando como domiciliario y que además, cursaba el primer semestre de chef de cocina en un instituto.
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Valencia dejó cuatro hijos: tres niñas de 13, 6 y 4 años y un niño. La mamá de la víctima lo recordó como un gran hijo al que adoró en cada minuto de su existencia.
“Era mi loquito, el amor de mi vida, lo más bello que yo tenía y me lo quitaron”, dijo la mujer en medio de lágrimas.
Valencia era el mayor de cuatro hermanos y siempre vivió junto con su mamá, en este sector de la ciudadela Juan Atalaya.
Según los dolientes, aunque en una oportunidad Valencia fue detenido por hurto, posteriormente quedó libre, tras aclarar la situación.
“En ese momento él trabajaba en transporte informal y recogió a unos muchachos que acababan de cometer un robo y cuando se dio cuenta, se fue hacia el CAI del barrio Aeropuerto y estrelló el carro contra el de un policía y dijo que estaba en peligro. La víctima del robo llegó y aseguró que él no lo había robado, sino que recogió a los ladrones, por eso quedó libre, aunque un abogado continuó el proceso”, explicó la mamá.
Por ahora se espera que avancen las investigaciones para esclarecer cómo ocurrió el hecho, pues Jefferson Valencia recibió al menos cuatro impactos de bala, mientras que Ricardo Asprilla fue impactado en una oportunidad.
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