Con el propósito de generar espacios de expresión, integración, encuentro y resiliencia para quienes han vivido de cerca el fenómeno de tener que dejar su país de origen, nació el Museo de la Migración, una apuesta liderada por Reconciliación Colombia y la Fundación Comparte por Una Vida Colombia, en alianza con el Programa Alianzas para la Reconciliación (PAR) de Usaid y AcdiVoca.
El sitio web https://museomigrante.reconciliacioncolombia.com/ busca promover la integración entre Colombia y Venezuela y, transformar la migración desde el arte, teniendo en cuenta que en Colombia viven casi 2 millones de venezolanos, según las cifras dadas a conocer por Migración Colombia, en el último trimestre del año pasado.
La construcción de las colecciones que componen el museo virtual fue dirigida por la artista Ana María Montenegro, autora de obras como Todos los artistas son fronterizos, Nunca decir nunca, The Walk, entre otros.
Montenegro desarrolló un taller virtual con participantes que viven en la frontera colombovenezolana y artistas bogotanos, con los que entabló un diálogo y surgieron las piezas para la construcción de este museo virtual.
El Museo de la Migración está compuesto de nueve secciones en las que los visitantes encontrarán dibujos, relatos, fotografías, textos y audios sobre la vida de los migrantes venezolanos en territorio colombiano y la percepción de la población fronteriza sobre la movilización entre ambos países.
Se comparten creaciones electrónicas sin disponer de un espacio físico de exhibición con la idea de mostrar que la migración es un proceso que existe y enriquece las prácticas sociales, culturales y económicas de los territorios.
Un espacio para reflexionar
Además, se encuentran ejercicios y preguntas para reflexionar sobre la percepción de la migración como parte del propósito de combatir la xenofobia y la aporofobia.
Para Montenegro, las piezas del museo “son un testigo de las conversaciones que tuvimos: a partir de ellas podíamos entablar un diálogo acerca de la migración, de la crisis en la frontera y de la manera en la que ha afectado sus vidas. Es mucho más fácil comenzar a hablar a partir de estos ejercicios: dibujos, colecciones, crónicas, objetos, fotos personales. Pero más importante aún fue el espacio del museo como tal, la posibilidad de imaginarnos este espacio juntos”.
El contenido disponible fue producto del trabajo de 10 jóvenes de Norte de Santander, quienes durante tres semanas participaron de talleres creados para la reflexión en torno a la vida en la frontera y los paralelismos entre las costumbres y culturas de los dos territorios.
Para Juan Marco Antonio Rivas, uno los jóvenes participantes, la experiencia fue muy gratificante y aseguró que es un ejercicio enriquecedor y que espera que este museo siga creciendo.
“La reconciliación implica transformar imaginarios, cambiar comportamientos, identificar objetivos comunes y reconocer visiones compartidas de futuro. Contar con un museo virtual que relate historias de migración, nos permite acercarnos a historias de vida, entender los desafíos y sueños del otro y entender el proceso migratorio de una forma más empática e integradora”, aseguró Sergio Guarín, director ejecutivo de Reconciliación Colombia.
Aunque por el momento el museo solo existe en digital, se espera que eventualmente tenga una sede física que estará ubicada, cerca al puente internacional Simón Bolívar.
“Dará vida a una especie de puente sobre el río, que servirá para conectar a ambos países mediante varias salas de exposición itinerantes”, explicó Montenegro en el lanzamiento de la página web del Museo.