Una operación de las autoridades españolas permitió la desarticulación de una organización criminal dedicada a la explotación sexual en Madrid, Málaga y Toledo de mujeres en situación de vulnerabilidad, principalmente de origen colombiano y venezolano.
Según el reporte de la Policía de España, “cerca de 600 víctimas habrían sido explotadas en el último año en las cuatro casas con las que contaba la red criminal y que actualmente se encuentran clausurados”.
La organización operaba atrayendo a las víctimas a través de empresas en el país de origen con falsas promesas de trabajo y altos ingresos (5.000 euros a la semana).
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Sin embargo, una vez en España, las mujeres eran sometidas a estrictas reglas, trabajando las 24 horas del día, bajo constante vigilancia y amenazas, obligadas a contraer deudas de entre 3.000 y 4.000 euros con la organización.
Las víctimas tenían prohibido engordar y sino cumplían con estrictos estándares de belleza, tenían sanciones económicas de hasta 40 euros. Además, las mujeres debían firmar contratos cediendo sus derechos de imagen, lo que permitía a la organización publicar sus fotos en portales web de contenido para adultos.
Según detalló la policía, las mujeres vivían en condiciones insalubres, hacinadas en habitaciones pequeñas y mal ventiladas, generalmente en los sótanos de las casas, pero constantemente vigiladas “gracias a las múltiples cámaras de videovigilancia que se encontraban distribuidas por todas las estancias, incluso en las habitaciones donde atendían a los clientes” asegurando que las mujeres estuvieran bajo un control absoluto.
“Estas condiciones contrastaban con la parte de la casa destinada al ejercicio de la prostitución, de la cual se cuidaba todo lujo de detalles”, señalaron las autoridades.
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La investigación reveló que las víctimas también debían ofrecer diversas sustancias estupefacientes a los clientes, incluyendo cocaína, tusi y cristal, además de medicamentos para la disfunción eréctil.
En la operación, 26 personas fueron detenidas, incluidos los dos líderes de la red, quienes ahora se encuentran en prisión provisional. Además, 32 de las víctimas de trata fueron liberadas.
Asimismo, se registraron once domicilios y se clausuraron las cuatro casas-club utilizadas por la red. Se incautaron de 40.000 euros en efectivo, un arma de fuego con munición, diversas drogas (cocaína, marihuana, hachís y tusi), 500 pastillas para la disfunción eréctil, tres vehículos, varios dispositivos electrónicos y documentación.
La operación contó con la participación de un agente del Centro Especializado para la Lucha contra el Tráfico de Migrantes y Trata de Personas de Ameripol, programa que busca fortalecer la cooperación en justicia y seguridad entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe.
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