El alcalde de Ocaña, Samir Casadiego, ordenó una investigación para determinar los lineamientos del funcionamiento de estos hogares bajo la supervisión del Instituto Departamental de Salud.
“Se ofició a la secretaría de Desarrollo Humano para que genere una mesa con el Ministerio Público y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, para investigar las denuncias proferidas por las personas que recibían tratamiento en el sector. Nos sorprende el hecho que estén mezclados mujeres y hombres, que hayan menores de edad con adultos. Nosotros no tenemos descentralizada la salud y estos permisos los debe expedir el Instituto Departamental de Salud. Vamos a recopilar la información para que se tomen las medidas administrativas porque nuestro fin primordial es que se respeten los derechos y que obviamente estos centros cumplan con su finalidad”, recalcó.
La señora León Patiño, gerente del Centro de Rehabilitación, indicó que todos los documentos están en regla y se ofrecen todos los servicios exigidos por la ley.
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Reiteró que las inmovilizaciones únicamente se hacen con pacientes con alto grado de agresividad y que intentan hacerse daño.
“Los castigos ejemplarizantes van desde la privación de una merienda, pero no las comidas, hasta las llamadas a sus seres queridos.
Las visitas de los familiares son restringidas debido a la pandemia como ocurre en otras instituciones y se aplican todos los protocolos de bioseguridad”, precisó.