Al finalizar el concierto se escucha el ‘atronador’ aplauso de los fieles católicos quienes asisten a los actos litúrgicos de la patrona de los ocañeros.
Ese rebaño que pregona la paz mundial tiene como pastor de la iglesia católica al sacerdote, Ramón Andrés Torrado Pérez, quien resalta el talento innato de los menores en buscan de la reconciliación de los pueblos.
“El Catatumbo no es como lo pintan, existen niños que sueñan con la paz y todos debemos poner nuestro granito de arena. El progreso de estas tierras está marcado por el espíritu Mariano y Dios enaltece a los humildes y destrona a los poderosos. No perdamos la fe, las tradiciones y el amor con que los antiguos forjaron esta tierra hidalga”, agregó Torrado.
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