La conformación del Comité intersectorial de seguimiento al Pacto del Catatumbo, suscrito en Tibú, causa malestar entre los alcaldes de la provincia de Ocaña.
Los mandatarios están dispuestos a verificar el cumplimiento del acuerdo, sin embargo, no tienen facultad de intervenir directamente en las decisiones.
A través de un comunicado el director ejecutivo de la Asociación de municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo, Hugo Armando Arévalo Franco, expuso la postura y espera replantear los lineamientos para garantizar la efectividad de los programas de inversión social para mitigar el conflicto social.
Los alcaldes alzan la voz y expresan la inconformidad por la manera cómo se concibe la Comisión Intersectorial del Catatumbo (Decreto 0253 de 2025), donde solo tienen voz, pero no voto.
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“Exigimos participación real en las decisiones que afectan a nuestros territorios”, reclaman las personas que conocen de cerca la radiografía de los fenómenos de violencia de los últimos años.
Capoteando la crisis humanitaria
Arévalo Franco, en representación de los 15 municipios afectados por el conflicto armado interno, expresa la inconformidad y el descontento frente a las recientes decisiones tomadas por el presidente de la República, Gustavo Petro, y el equipo ministerial.
“La conformación incluye un total de 16 ministros y 6 directores de entidades del sector central, lo que provoca tomar decisiones de manera ineficaz, y desde la experiencia no tenga la celeridad y eficiencia para los procesos que desde la comisión se deben evaluar”, agrega.
Explica que ve con extrañeza como los actores locales como los alcaldes y gobernadores tanto de Norte de Santander como del Cesar, solamente actuarán como invitados permanentes, con voz, pero sin voto.
“Situación que desconoce totalmente el sentir local y la participación de las entidades territoriales en la toma de las decisiones”, puntualiza.
En ese sentido, expresan el malestar y solicitan se evalúe la necesidad de participación de los entes territoriales para la toma de las decisiones, realizando la modificación que permita la inclusión de por lo menos dos alcaldes de la región y uno de los gobernadores de los departamentos afectados.
Pidieron también la reducción del número de ministros que conforman la comisión, la cual consideran excesiva.
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Expresan el sentir de los representantes que hacen parte del esquema asociativo territorial esperando sea escuchada y atendida la petición.
Los ejes temáticos
El documento concertado en varias mesas de trabajo contempla los ejes temáticos en derechos humanos a la alimentación y soberanía alimentaria, ordenamiento territorial participativo y popular, modelo regional de salud, fortalecimiento de la red educativa regional y la Universidad del Catatumbo.
Además, transformación económica, agroindustrial y productiva para el desarrollo endógeno del Catatumbo, conectividad, infraestructura vial y transporte intermodal. Y un eje transversal de paz total, implementación del acuerdo y reparación integral.
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“Los ejes de intervención del Pacto Catatumbo son los adecuados, pero hay que tener en cuenta que los recursos siempre son escasos y el tiempo de intervención del Gobierno ya es limitado, sobre todo cuando hay fuertes restricciones presupuestales, viene la Ley de Garantías y estamos ante un nuevo escenario electoral”, señala el politólogo Yuri Alfonso Carrascal Gómez.
La paz total
El régimen de conmoción interior está justificado, porque no se puede abordar el reto que plantea el Estado de los actores armados, en este caso el Eln, con unas políticas públicas destinadas a aplicarse en escenarios de normalidad.
“Sería una manera de movilizar todos los recursos disponibles y saltar las usuales trabas institucionales para producir un resultado efectivo en el corto y en el mediano plazo”, recalca.
Prosiguió: “y aquí está el mayor desafío: cómo lograr efectividad con un Estado débil que enfrenta fuertes restricciones presupuestales. A esto se suman los tiempos de implementación: se necesitaría más de un cuatrienio dada la complejidad de la aplicación de estas políticas y ahora quedan unos dieciséis meses que van a estar afectados por el escenario electoral”, puntualiza.
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El llamado Eje de la Paz Total del Catatumbo debe enfrentar el reto de unas organizaciones armadas que no están interesadas en la paz. La idea de negociación del Gobierno se orientó en una estrategia de apaciguamiento, que ahora debe enfrentar la realidad: la paz ocurre por vía de la necesidad. Los armados optan por dejar las armas solo ante la inminencia de la derrota.
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