Ante la compleja situación de inseguridad registrada en los últimos meses la Dirección Antisecuestro y Extorsión de la Policía asignó un cuerpo élite para reforzar las actividades en materia de prevención e investigación en la provincia de Ocaña.
La unidad móvil, adscrita al Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal, Gaula, está conformada por hombres, entrenados en curso de operaciones especiales con capacidad de respuesta inmediata para hacer frente a esos delitos.
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El llamado es a quienes vienen siendo víctimas de estos flagelos interponiendo la denuncia correspondiente. De esta forma, se busca fortalecer lazos de credibilidad y confianza de la ciudadanía con las autoridades, y obtener los mejores resultados en aras de la convivencia y seguridad de los ocañeros, manifestó el capitán Jair Parra, jefe de la Unidad Móvil.
La angustia de los comerciantes
Los hechos delictivos de los últimos años mantienen a familias enteras, comerciantes y empresarios padeciendo debido a la falta de golpes contundentes de las autoridades que operan en la región.
El comerciante, Asís Gómez Márquez, califica como grave la situación y espera resultados concretos para neutralizar a los malhechores. “La zozobra, la incertidumbre y el nerviosismo se ha apoderado del gremio. Hay 5 personas secuestradas y mucha gente sufre el flagelo de la extorsión”, anota.
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Ante la presión muchas personas han optado por abandonar la región afectando la dinámica comercial en la plaza de mercado. “Hemos sido citados por el comandante de la Policía para conocer las estrategias de seguridad. Dios quiera que las políticas sean efectivas”, agregó.
El accionar
Con la llegada de la fuerza élite se buscará resolver más de 40 denuncias hechas en la región donde el 50 por ciento de ellas son digitales o llamadas extorsivas, asegura el capitán Jair Parra, jefe de la Unidad Móvil del Catatumbo.
“De acuerdo a las actividades judiciales y de inteligencia adelantadas en la región hemos realizado diferentes campañas de acuerdo a las estadísticas presentadas en referencia a las denuncias de las llamadas carcelarias y se dispuso de un grupo con el fin de impactar entre empresarios, microempresarios y demás gremios de la jurisdicción para que conozcan la línea única a nivel nacional 165 y pongan en conocimiento de las autoridades”, agregó.
En la mayoría de los casos son víctimas de alguna llamada o de manera presencial llegan a su establecimiento o vivienda con el fin de hacer exigencias económicas a cambio de no atentar contra la vida propia, familiares, empleados o estructuras de los negocios.
Durante esas operaciones se brindará una atención especial a los comerciantes, víctimas en mayor escala de ese fenómeno registrado en la provincia de Ocaña.
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“Este gremio es foco importante para los grupos criminales, ellos siempre van a buscar aquellas personas de bien que generen algún ingreso. Es importante para que no se vea afectado su patrimonio económico que denuncien a la línea 165 o se acerquen a las instalaciones del Gaula de la Policía en Ocaña con el fin de acompañarlos e iniciar una labor investigativa, obtener resultados, con la captura o la neutralización de estos delincuentes”, señala el uniformado.
No guardar silencio
Las autoridades hacen un llamado a denunciar a tiempo y no acceder a las millonarias exigencias para poner a los delincuentes a buen recaudo.
Los ocañeros insisten que el tema es bastante complejo pues mantiene con preocupación toda la comunidad sobre todo el delito de la extorsión que afecta a comerciantes, constructores, empresarios, dueños de fincas, ganaderos, transportadores incluso a integrantes del sector educativo.
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