Se agota la paciencia
Con representantes del orden nacional han sostenido varios encuentros e inspección de las zonas afectadas para implementar estrategias, sin embargo, la comunidad señala que algunas parcelas no reúnen los requisitos exigidos por la Ley.
Aseguran que detrás de los escritorios en la capital no se vislumbra una solución y el tiempo avanza, por lo que, cuando lleguen las precipitaciones “puede ser demasiado tarde para enmendar la negligencia por parte del Estado”, dijo el campesino, Ángel Sánchez, quien censura la demora en los procesos para reubicarlos.
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La mayoría de las familias no soportan la situación, ya que lo perdieron todo y necesitan desarrollar actividades agropecuarias para mejorar las condiciones de vida. “En la actualidad desempeñan la misión de jornaleros en las fincas, pero no es lo mismo porque toda la economía giraba en la dinámica de la carretera”, reiteró Sánchez.
Tanto los alcaldes de Ábrego, Huber Darío Sánchez Ortega como de Villa Caro, Jesús Amado Sepúlveda Celis, han solicitado al Gobierno nacional estudios geológicos profundos, monitoreos permanentes, el reasentamiento de los damnificados, trazado de una vía alterna y funcional para mitigar los riesgos.
“Observamos que el proceso es demasiado lento, no queremos ser alarmistas, ni ave de mal agüero, pero la realidad es impredecible ante la magnitud de la falla geológica”, mencionó el alcalde de Villa Caro.
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