Las elevadas sumas de dinero adeudadas durante los últimos años encendieron las alarmas financieras en el municipio de Ocaña, donde se vislumbra un proceso de intervención económica por parte del ministerio de Hacienda.
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El déficit supera los 36 mil millones de pesos representados en créditos, pasivos contingentes, Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN y otras deudas difíciles de solventar con recursos propios e ingresos corrientes por participación nacional.
Frente a esa realidad, el alcalde Emiro Cañizares Plata, junto con la secretaria de Hacienda, Yakaira María Galvis Torres y los asesores buscan herramientas encaminadas a superar la profunda crisis presupuestal.
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El mandatario aseguró que el ente territorial no se debe mirar como un negocio para unos cuantos perjudicando a la mayoría. “Vamos a poner toda la energía para hacer un buen gobierno y los recursos públicos estén al servicio de la ciudadanía”, precisó.
Explicó la importancia de conocer un concepto del ministerio de Hacienda para adoptar mecanismos que permita salir gradualmente de la hecatombe. “Cuando tengamos una decisión vamos a notificar a la gente para aplicar mecanismos en profundidad”, recalcó.
Las cifras
Galvis aclaró que los valores de cada uno de los ítems que asciende a los 36 mil 828 millones de pesos, por concepto de créditos 14 mil 258 millones; DIAN, 697 millones 290 mil pesos; pasivo contingente, 18 mil 826 millones y otras deudas 3 mil 045 millones.
La contadora pública aseguró que las cuantiosas cifras se derivan de diferentes situaciones que vienen de años atrás donde no se ha brindado una atención oportuna a los procesos jurídicos como sentencias y conciliaciones, producto de omisiones o errores involuntarios.
Lo anterior genera una alarma y se requiere un manejo mesurado del presupuesto y convoca a la comunidad ocañera a trabajar juntos para superar la crisis.
Instó al pago de impuestos y no censurar la toma de decisiones sobre salarios, honorarios y demás para estirar el corto presupuesto para ejecutar programas de inversión social.
“Un buen gobierno requiere el apoyo de la comunidad para alcanzar los objetivos trazados”, señaló.
Las sentencias y conciliaciones supera los 18 mil millones de pesos y el concejo incluyó en el presupuesto 300 millones, un valor insignificante ante la magnitud del problema.
Los créditos y obligaciones financieras que tenemos por un promedio de 14 mil millones de pesos y las cuentas pendientes por otros conceptos que suma 3 mil millones de pesos, reitera.
Existen muchas demandas significativas con Terpel por 5 mil 900 millones de pesos y una empresa de telefonía celular por la suma de 3 mil millones de pesos donde ya existen fallos y exigen el reconocimiento.
“Debemos llegar a los acuerdos de pago para evitar embargos, los cuales paralizarían el funcionamiento de la administración local. A lo anterior se suma la pignoración de la sobretasa a la gasolina para ejecutar la recuperación de las arterias viales.
Se busca acercamiento con los acreedores para establecer acuerdos de pago y frenar los embargos que ponen en riesgo a la administración municipal.
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Asimismo, la fiscalización para sanear la situación en la que se encuentra el municipio. “Necesitamos ese granito de arena para permitir un respiro con el avalúo real para contribuir en el desarrollo del municipio, ya que esos datos son obsoletos”, reiteró.
No llorar sobre la leche derramada
El hallazgo de más deudas de las que pensaba intensifica el grado de preocupación en el alcalde y los asesores. “Es una situación compleja y exige un buen gobierno que le diga la verdad a la ciudadanía. Es un informe parcial y aún falta consolidar más la información”, agrega el mandatario.
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