Durante las fiestas de Cristo Rey con las que se clausura el calendario litúrgico y comienza el periodo de adviento, la Iglesia Católica reclamó la libertad para todos los secuestrados de la región ante el incremento de este delito en Norte de Santander.
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Para el arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la diócesis de Ocaña, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, ese sería un gran gesto de paz por parte de los insurgentes.
En el contexto actual, en el que la región enfrenta desafíos relacionados con la violencia y los secuestros perpetrados por grupos armados, la Iglesia Católica busca ser mediadora y promotora de paz, agregó el alto prelado.
Actualmente en la región son 5 los privados de la libertad y se adelanta una cadena de oración para el retorno sanos y salvos a casa con el fin de compartir en familia la Navidad.
“Una verdadera construcción de paz es cuando no hay secuestrados, ni retenidos, a todos se liberan, entonces hacemos un llamado a los grupos, especialmente al ELN, para poder dar pasos en la convivencia pacífica”, reclamó monseñor Ossa.
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Aseguró que toda la humanidad tiene derecho y anhela vivir tranquila en un mundo más fraterno, así que todos los prisioneros deben regresar a casa. “Sería un gesto fabuloso que reconoceríamos todos para tranquilidad de los habitantes de la región”, precisó.