Hace 30 años, cuando se proyectó el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado para Ocaña cuya finalidad era optimizar el servicio y recoger las aguas negras vertidas en los afluentes que atraviesan la ciudad, se planteó la terminación del ciclo en el aspecto ambiental.
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Sin embargo, ese circuito está inconcluso porque hace falta el emisario final y la planta de tratamiento de aguas residuales, proyectada en las afueras de la ciudad.
Ante el alto grado de contaminación, el alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, estructura un proyecto de saneamiento básico ambiental que será presentado al Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para canalizar recursos del orden nacional.
El mandatario ha sostenido varias reuniones para coordinar las acciones conjuntas como presidente de la junta directiva de la Asociación de municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo.
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En la actualidad hay en caja cerca de $10.000 millones para construir los cruces especiales y evitar que las aguas negras y lluvias caigan directamente al río Tejo, pero se requieren cifras superiores para continuar con el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado.
Unir los sistemas maestros
El primer director que tuvo el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado en la década de los 90, ingeniero Pablo Emilio Quintero Montaguth, advierte sobre la imperiosa necesidad de la construcción de los sistemas de desagües hacia las afueras de la ciudad.
Aunque se ha recogido más del 80% de las aguas servidas, se debe realinear el último tramo para extender el interceptor con el emisario final para luego descargar en una planta de tratamiento para descontaminar el afluente de los residuos domésticos e industriales como los producidos en el matadero municipal.
Para ello se requiere un músculo financiero bastante fuerte y el municipio no cuenta con la capacidad de endeudamiento, ante lo cual debe buscar mecanismos de cofinanciación.
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Un emisario está por el monto de $25.000 millones y una PETAR vale alrededor de $120.000 millones, precisó el profesional de la ingeniería.
No más largas
El exalcalde de Ocaña, Luis Eduardo Vergel Prada, promotor del plan maestro hace más de 30 años, señaló que es una obra que no puede aplazarse más y es la culminación del plan maestro de acueducto y alcantarillado.
En ese proceso de actualización se deben ejecutar recursos por $9.000 millones para hacer los cruces especiales sobre la avenida Francisco Fernández de Contreras. El economista instó a los dirigentes de la región a formular el proyecto del emisario final que va desde la plaza de ferias hasta el corregimiento El Llano de los Trigos donde se debe ubicar la Petar.
“Es buscar fuentes de financiación para extender la tubería hasta conectar con una Planta de Tratamiento para las Aguas Residuales”, recalcó.
La administración municipal no tiene recursos por la aguda crisis económica a causa de las deudas y el pasivo contingente.
“Eso obliga a la gestión en el orden departamental y nacional para la respectiva cofinanciación para descontaminar buena parte de la ciudad”, manifestó.
Adicional a esas medidas, así no lo contemple el Plan de Ordenamiento Territorial, recién aprobado el año pasado, es imperiosa la necesidad de reubicar el matadero o planta de beneficio animal ya que está ocasionando una contaminación ambiental por encontrarse en el casco urbano.
El analista también pone en tela de juicio las instalaciones hidrosanitarias del vecino municipio de Ábrego ya que las descargas, a pesar de contar con una laguna de oxidación, en su mayoría caen a las aguas del río Algodonal de donde obtiene se surte el acueducto de Ocaña.
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El problema no les compete a los alcaldes y debe ser política del Gobierno nacional ya que del buen manejo de los recursos hídricos depende el progreso y desarrollo de las regiones.
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