Las fuerzas vivas de la provincia de Ocaña adelantaron ayer una movilización por la paz y la reconciliación del Catatumbo, en solidaridad con las víctimas de la violencia desatada en los últimos días.
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A la jornada de protesta se vincularon los maestros y partió desde el complejo histórico de San Francisco, recorrió las principales calles de la ciudad y culminó en el parque principal 29 de Mayo.
El objetivo fundamental fue visibilizar el drama vivido por los habitantes de la región, entregar alimentos, artículos de aseo y útiles escolares a los niños para mitigar la situación de los desplazados que se encuentran en los albergues.
La secretaría de Educación departamental habilitó conjuntamente con el presidente de la Asociación de rectores del occidente, Óscar Emilio Pallares, unas aulas temporales en el colegio Agustina Ferro para brindar el servicio de ruta escolar, psicosocial, pedagógico, lúdico, recreativo y el Programa de Alimentación Escolar, PAE, a los menores de edad.
Maestros y estudiantes de la zona del Catatumbo recibieron una voz de aliento con el deseo de que se supere la crisis humanitaria y puedan retornar a las escuelas rurales, hoy cerradas debido a la confrontación armada de los grupos en conflicto.
El profesor Fernel Pérez Ascanio del municipio de Hacarí instó a los organismos defensores de derechos humanos y padres de familia verificar las condiciones de seguridad para volver a las aulas de clases.
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A pesar de las adversidades añoran con volver la próxima semana para evitar traumatismos en el calendario escolar. “No deja de existir la angustia y la zozobra porque sabemos la presencia de actores armados y en cualquier momento se puede agudizar la confrontación”, precisó.