El director del Instituto Departamental de Salud (IDS), Fernando Augusto Álvarez García, prendió ayer las alarmas sobre el posible colapso de las morgues en Norte de Santander, debido al conflicto armado en el Catatumbo.
La saturación de las medicinas forenses mantiene en alerta a directivos del Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), hacia donde están siendo evacuados los cuerpos de las personas que perdieron la vida durante los enfrentamientos.
Por lo tanto, se tomaron respectivas medidas de manera transitoria, como usar los refrigeradores utilizados durante la pandemia para albergar los cadáveres mientras se resuelve la situación en esa zona del departamento.
“El reporte que hemos recibido de Medicina Legal da cuenta de más de 50 cadáveres y lógicamente implica mecanismos especiales porque está por encima de la capacidad instalada que tiene el departamento” sostuvo el funcionario.
Además, se conoció que fue habilitada la morgue en Cúcuta para recibir entre 15 a 16 cadáveres más de acuerdo al protocolo del Ministerio de Salud y Protección Social, como otra medida de contingencia.
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La responsabilidad de la red prestadora de atención en salud es nivel del Instituto, pero cuando se trata de cadáveres pasa completamente a Medicina Legal que debe habilitar container para los procedimientos que implica un riesgo biológico y sanitario, precisó Álvarez.
Colapso total
Debido a esta situación se emitió la alerta amarilla, con miras a que sigan aumentando la atención por distintas circunstancias durante las próximas horas; a la fecha, la capacidad instalada está en un 83 por ciento.
Por otro lado, Luis Fernando Niño, del Alto Consejero para la Paz y la Reconciliación de Norte de Santander, advirtió sobre las consecuencias de una emergencia sanitaria en esta zona del país.
Un problema crítico, según Niño, es la falta de infraestructura para manejar esta situación. En Ocaña, no hay cuartos fríos para conservar los cadáveres, lo que ha obligado a las autoridades a buscar alternativas en Cúcuta y otros municipios.
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Información corroborada por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias forenses, el cual reportó que en ese lugar no deben permanecer más de un día por la carencia de los mesones y sistema de refrigeración adecuado.
Delicada situación en Ocaña
Además, el proceso de identificación de los cuerpos puede demorar hasta cinco días, lo que agrava las condiciones en las morgues, y según se conoció, desde hace dos años las neveras de los cuartos fríos no funcionan y la reparación es muy costosa, lo que amerita una fuerte inversión para habilitar ese servicio.
Por estas razones, la crisis humanitaria de la zona del Catatumbo podría desencadenar una emergencia sanitaria con el traslado de los cadáveres hacia la Unidad Básica de Medicina Legal en Ocaña.
El container enviado por la Cruz Roja colombiana al hospital regional Emiro Quintero Cañizares durante la pandemia para mitigar los efectos del Covid 19 no funciona, lo que agrava la situación.
El pasado fin de semana llegaron tres cadáveres producto de los enfrentamientos registrados en la zona del Catatumbo, fueron sometidos a las respectivas necropsias y entregados a los familiares para la respectiva sepultura.
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Freddy Arengas Romero, secretario de Gobierno de Ocaña, manifestó que las condiciones de Medicina Legal en Ocaña no están dadas para los procedimientos a la llegada masiva de cadáveres, “no se cuenta con los cuartos fríos dañado desde hace varios años y la única alternativa es la remisión hacia Cúcuta o Bucaramanga”
Negligencia de las entidades
El personero de Ocaña, Jorge Armando Bohórquez Lanzziano, lamenta la negligencia de los gobernantes de turno, pues la unidad básica, el hospital, las funerarias y los cementerios adolecen de las neveras para mantener los cuerpos sin vida.
Según Bohórquez, “Es imperiosa la necesidad de reactivar esos sistemas de refrigeración en Ocaña y la construcción de una morgue con todas las especificaciones técnicas para Medicina Legal”.
Además, el funcionario sostuvo que en reiteradas ocasiones se ha solicitado a la Fiscalía General de la Nación y al Ministerio de Justicia para remediar la falencia, pero los trámites son muy lentos.
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