El coliseo menor Eustorgio Colmenares Baptista se ha convertido es una especie de ‘Florero de Llorente’, a raíz de la reubicación de los deportistas de las ligas de gimnasia artística, tenis de mesa, voleibol, judo y boccia, que tuvo que hacer el IMRD para iniciar la ejecución del cambio del techo estructura que a lo largo de 26 años ha presentado problemas de filtración de agua cada vez que llueve.
La administración pasada del exalcalde Jairo Yáñez y el IMRD se habían comprometido a reparar el escenario en agosto, pero solo hasta en noviembre se comenzó a hacer los trabajos para cambiar la cúpula y los deportistas fueron ubicados en otros lugares mientras se termina la obra la cual será entregada el 29 de abril según lo acordado entre el interventor la constructora Kairos y el IMRD, pese a que en primera instancia la idea era dejarla lista a finales de marzo.
La obra tiene un costo por el rededor de los $4.150 millones.
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Por buen camino
David Leal, representante legal del consorcio Kairos, en diálogo con La Opinión contó que tanto va adelantado los trabajos y porqué se corrió un mes la entrega del coliseo y detener de vuelta pronto a los deportistas que comparten este escenario para sus prácticas deportivas.
Leal fue conciso y dijo que el trabajo que se le ha venido haciendo Eustorgio Colmenares Baptista es de una garantía del 100 % que no volverá a presentar problemas como sucedía hasta hace poco.
“A la fecha (28 de febrero) llevamos un avance en cubierta del 50 %, la estructura metálica es nueva, se está instalando al cien por ciento (de rapidez), estamos adelantando trabajos de retoque de pintura e instalando las correas para acomodar el otro 50 % de la armadura del coliseo.
De igual manera se está haciendo el desmonte de la canal (de desagüe) antigua que estaba por dentro, la cual está en mantenimiento y va a quedar en la parte externa del coliseo” explicó el ingeniero.
Leal sostuvo que con el nuevo diseño se acaban los problemas con la vieja armadura del techo que nunca se cambió se cambió desde que se construyó el coliseo hace 26 años. Ni siquiera cuando Cúcuta fue sede de los Juegos Nacionales y Paranacionales 2012, donde se llevaron a cabo las competencias de gimnasia artística y patinaje artístico.
“La opción planteada en nuestro diseño fue hacer una cubierta más adecuada en poner la estructura por debajo y que nos quedara una lámina lisa por encima. Eso nos va a ayudar a proteger la parte metálica para que no quede a la intemperie, al sol, al agua que nos permite aguantar más vida útil en todo el aspecto estructural”.
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En otro aparte de la explicación el especialista detalló que puestas las láminas estas estarán selladas, es decir no va a tener aberturas que permita que se filtre agua en caso de un fuerte aguacero.
“La cubierta ya no va a tener aberturas porque la armazón está por debajo y eso nos garantizar que no se van a presentar filtraciones por la cubierta”, afirmó el David Leal.
Si se presentó algún tipo de dificultad a la hora del desmontaje y montaje del esqueleto metálico, el representante legal del consorcio Kairos dijo que lo más complejo fue “el desmonte de la cubierta, fue lo más difícil porque tocó tomar una medidas especiales contra algún riesgo, como hacer unos montajes iniciales y hacer unos refuerzos para poder quitarla”.