Una propuesta que podría responder  al clamor que desde hace varios años se viene haciendo sentir en Norte de Santander quedó servida ayer sobre la mesa, durante la instalación de la mesa de diálogos entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de la desaparecida guerrilla de las Farc que firmó la paz en 2016.

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Teniendo en cuenta que Venezuela fue la sede escogida para el lanzamiento de este nuevo proceso de paz, el tercero que pone en marcha Petro, y que el gobierno del vecino país ha manifestado su irrestricto apoyo a la negociación, el alto comisionado para la Paz, Otty Patiño, sugirió crear un “régimen fronterizo” que contribuya a garantizar la paz y la seguridad en los territorios que comparten frontera entre las dos naciones.

“Tenemos que inaugurar una nueva fase de la hermandad entre los dos pueblos y entre  los dos gobiernos, de Venezuela y Colombia y, en ese sentido, creemos que lo que ha sido un tema muy importante, y que además figura en nuestra declaración de febrero, es la generación de zonas fronterizas de paz. Ojalá lo podamos profundizar”, planteó el representante del Gobierno colombiano.

Para Patiño, ninguno de los dos países puede hacer una “paz aislada” y por esa razón insistió ante el canciller venezolano, Yvan Gil, que es indispensable trabajar para que la paz de Colombia tenga impactos positivos sobre Venezuela y viceversa.

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Dijo que no se puede dejar en manos de quienes, aprovechando la informalidad de las fronteras, llegan a “ordenar o desordenar” la vida de los que las habitan.

“Respetuosamente y a través suyo (el canciller), pedimos que haya la posibilidad, junto con las comunidades, e incluso con actores armados que se mueven dentro de esas fronteras, de mirar un nuevo régimen fronterizo con Venezuela. Este es un tema muy importante, muy urgente y clave para la paz de Colombia”, sostuvo el comisionado.

Aunque en su reciente visita a Norte de Santander el canciller Gil negó la existencia del Tren de Aragua y dijo que  se trataba de una “ficción, para crear una etiqueta”, un informe publicado en diciembre de 2023 por la fundación InSight Crime dejó en evidencia no solo la expansión que ha logrado esta estructura criminal, que ya tiene presencia en seis países: Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Bolivia y Brasil, sino que advirtió que no hay indicios de que este grupo haya dejado de operar en Venezuela.

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Adicionalmente, la Fundación Paz y Reconciliación ha documentado la presencia de por lo menos 20 estructuras armadas ilegales en Cúcuta y su área metropolitana, entre las que figuran el Eln, el Clan del Golfo, AK47, La Línea, Los Lobo, Porras, entre otras bandas criminales que se han valido de la condición de frontera para fortalecerse y evadir a las autoridades.

“Cúcuta se ha convertido en un lugar ideal para los grupos criminales venezolanos y su éxito en establecerse en esta ciudad se debe principalmente a dos factores: el constante flujo migratorio y la variedad de economías ilegales en la frontera”, concluyó InSight Crime en otro informe publicado en febrero de este año, sobre la violencia en la capital de Norte de Santander y el fortalecimiento de las bandas venezolanas.

Refugio a grupos armados

Durante su intervención en la instalación de la mesa de diálogos con la Segunda Marquetalia, en Caracas,  Otty Patiño se refirió al tema migratorio y a la presencia de grupos armados colombianos en territorio venezolano.

El representante del Gobierno Nacional dijo que como parte de ese proceso de hermandad y de coordinación institucional entre los dos países, es fundamental trabajar en conjunto el tema migratorio que incide de manera considerable en la vida de lado y lado.

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Su propuesta fue un preámbulo para llamar la atención, también, sobre el “albergue” que le ha dado Venezuela a “personas combatientes” y que ese país niega.

“(...) hoy ese albergue debe ser no solamente porque sufren persecución del gobierno colombiano sino que debe ser un proceso en función de la paz y no en función de la guerra”, dijo de manera diplomática y ante la presencia del representante del gobierno venezolano.

El alto comisionado agregó que esta condición, “debe ser un elemento que aúne los esfuerzos de paz. En ese sentido, transmito un mensaje del presidente de Colombia, para que a la luz de estas consideraciones, formalicemos esas relaciones que son claves para alcanzar la paz de Colombia”.

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Márquez, de vuelta a la mesa

Con acusaciones de traición y de incumplimientos por parte del Gobierno Nacional, Iván Márquez, exjefe negociador en el proceso de paz de La Habana, reapareció ayer en la instalación de la mesa de diálogos de paz con la Segunda Marquetalia, de la cual es su comandante.

El líder guerrillero tenía visibles afectaciones físicas producto del ataque que sufrió a mediados de 2022: una prótesis en su mano derecha y problemas en su visión, que dificultaron la lectura del pronunciamiento de la organización.

En varios momentos de su intervención repetía las frases y hasta necesitaba la ayuda de Wálter Mendoza, jefe de la delegación de la Segunda Marquetalia, para manejar el computador que tenía para su discurso.

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