Tras admitir el fracaso del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), el presidente de la República, Gustavo Petro, confirmó una nueva estrategia para garantizar el cumplimiento de lo que se pactó en el Acuerdo de Paz con las Farc relacionado con la “Solución al Problema de las Drogas Ilícitas”.

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Aunque desde que asumió las riendas del país, en agosto de 2022, en regiones como el Catatumbo venían insistiéndole en la necesidad de replantear el programa, por los reiterados incumplimientos a las familias que se acogieron al plan y la evidente desfinanciación del mismo, solo hasta ahora el jefe de Estado decidió darle un viraje a la política en materia de sustitución.

Durante el primer encuentro de comunidades beneficiarias del PNIS, que tuvo lugar en Bogotá esta semana y en el que participaron representantes de 14 departamentos, Petro reconoció que si no se le da un “timonazo” a esa apuesta, será imposible avanzar en el cumplimiento del Acuerdo de Paz, que es lo que piden a gritos las comunidades de los territorios más afectados por el conflicto.

“Hay que hacerlo territorio por territorio, en Catatumbo, en Tumaco, etcétera. No hay otra forma de cumplir el Acuerdo de Paz. Podemos desarrollar una política de sustitución mucho más seria que lo que hasta ahora se ha desarrollado”, manifestó.

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La propuesta que Petro dejó sobre la mesa es comenzar con unos ‘pactos regionales’, en los que se pueda replantear la ruta y la metodología para avanzar con la sustitución en los dos años que restan de su gobierno.

Según dijo, la idea es desarrollar una política de sustitución mucho más efectiva y real, y en eso cree que las comunidades tienen que ser protagonistas, “con una organización popular sólida”.

“En el país no hay sustitución en el territorio y yo creo que lo que tenemos que lograr es la sustitución del territorio en estos dos años. No del fracasado, como el que hoy tenemos, que es un fracaso (sic)”, aseguró.

Y anticipó que para avanzar en esta nueva política de sustitución, todo el Gobierno Nacional estará comprometido, a través del ‘Gabinete de Paz’ que estará trabajando de la mano con las regiones.

Según las cifras que entregó el presidente, de las 85.000 familias incluidas en el PNIS, solo 320 han cerrado el ciclo del programa. En Norte de Santander, los datos de la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos de la ART daban cuenta el año pasado de un total de 2.919 familias inscritas al PNIS, de las cuales 2.330 se encuentran activas, solo en dos municipios: Tibú y Sardinata.

Este es también el departamento con mayor número de familias retiradas del programa en el país, con un porcentaje del 25,1%.

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Al respecto, el mandatario cuestionó que el PNIS se planteó fue a partir de transferencias monetarias y ahí estuvo la falla, pues de esa forma no se sustituyen los cultivos.

“Sé que es grave el problema, sé que hay que aceptar el incumplimiento, sé que hay un fracaso no solo aquí, pero sé que tenemos todavía los instrumentos para resolver los problemas de aquí en adelante si empezamos ya y con organización popular sólida y con poder en la organización popular”, reiteró.

Las primeras acciones

Como parte de la reestructuración que tendría el Programa Integral de Sustitución, el jefe de Estado dio pistas de unas primeras tareas en las que sus ministros deberán empezar a trabajar para enderezar el rumbo de esta política.

En ese sentido, anunció que como el mapa del PNIS ha cambiado en algunas regiones, será necesario priorizar unas 4 o 5 zonas con la comunidad, para establecer un pacto, aunque por ahora no precisó cuáles podrían ser, ni dijo si el Catatumbo hará parte de ese plan inicial.

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“Si se trata de transformar el territorio no es un tema de la ART (Agencia de Renovación del Territorio). Eso es todo el Gobierno. Lo hemos denominado Gabinete de Paz, para llevar a los ministros y ministras a esta responsabilidad. Podemos hacer unas zonas específicas de zonas de cultivo de hoja de coca. Ha variado el mapa del PNIS, se ha modificado, pero podemos perfectamente priorizar de 4 a 5 zonas para establecer un pacto”, explicó

A la Agencia Nacional de Tierras (ANT), por ejemplo, la puso a trabajar en un plan de titulación de tierras con base en el mapa que hoy existe de zonas cocaleras.

Entre tanto, a la ART le pidió desarrollar la estructuración de proyectos de industrialización, “de producción lícita en las zonas cocaleras”, para apoyar a los campesinos en los territorios.

‘Que sea una realidad’

Durante el encuentro con el presidente Gustavo Petro, el Catatumbo también tuvo su representante, Wilder Mora, coordinador de los cultivadores de coca, amapola y marihuana en Norte de Santander, quien aprovechó para recordarle al mandatario el compromiso que suscribió en agosto de 2022, cuando estuvo por primera vez en El Tarra, y desde allí aseguró que el Catatumbo sería “la capital nacional de la paz”.

“Les propongo amigas y amigos del Catatumbo, dejar de ser el primer productor mundial de cocaína para convertirse en la capital nacional de la paz. La primera línea de la paz en Colombia”, fueron las palabras que en ese momento pronunció Petro ante decenas de personas que lo acompañaron.

Teniendo en cuenta esa promesa, Mora le dijo al presidente que en esta región del país están puestas todas las expectativas en la pronta recomposición del programa de sustitución y que creen en lo que pueda hacer el Gobierno Nacional en estos dos años que le restan.

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“Desde el Catatumbo esperamos que eso se haga realidad. Nosotros sabemos cuál es la solución para este problema pues nos han incumplido y por eso lo que proponemos es la implementación del Acuerdo de Paz en el punto  4.1, con la reforma rural”, manifestó el líder campesino.

Wilder Mora planteó que es necesario que se reactiven las diferentes instancias que giraban en torno al PNIS, para hacer seguimiento permanente  a los compromisos suscritos.

También pidió que desde la Presidencia de la República se les haga un llamado a los alcaldes y gobernadores “porque hoy brillan por su ausencia en la implementación del Acuerdo de Paz”.

De la misma forma, el vocero de los cultivadores le insistió al jefe de Estado en que lo que necesitan los campesinos es que el ‘Pacto Catatumbo’ que puso en marcha el actual Gobierno sea más robusto y que lo que se diga se cumpla, “con fechas y cronogramas precisos”.

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“El Catatumbo es tierra productiva. Necesitamos crear una industria popular, no una donde vengan a llenarse los bolsillos los terratenientes”, enfatizó.

De acuerdo con el último informe sobre la implementación del Acuerdo de Paz que hizo la Comisión de Paz del Congreso junto con la Fundación Ideas para la Paz (FIP), de las familias vinculadas a PNIS en Norte de Santander, 2.030 son cultivadores (69,5%), 231 no cultivadores (7,9%), y 658 recolectores (22,5%). Por su parte, 2.617 son de Tibú (89,6%) y 302 se encuentran en Sardinata (10,3%).

“De acuerdo con la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos, tan solo se reportan 298 beneficiarios con recursos comprometidos con proyectos productivos de ciclo corto, que equivalen a $254.6 mil millones”, dice el informe.

El Catatumbo es la segunda región con más áreas sembradas con cultivos de coca, aportando el 21% del total nacional y Tibú el municipio de mayor concentración.

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