Después de que la Defensoría del Pueblo y Medicina Legal concluyeran que el estado de salud del exalcalde de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, es grave y que no tiene la capacidad de valerse por sí mismo, el Juzgado 15 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad autorizó sustituirle la medida de prisión intramural a la que había regresado en septiembre pasado, por la reclusión hospitalaria, en Bogotá.
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En atención a esta decisión, ayer, después del medio día, el Inpec procedió a cumplir con el traslado del condenado exmandatario a la IPS Salud Esencial, en donde recibirá tratamiento, de acuerdo con los dictámenes que se conocieron en los últimos días.
El más reciente informe de Medicina Legal señaló que Suárez Corzo presenta, al menos, siete condiciones que le impiden estar privado de la libertad en una cárcel, entre ellas: síndrome doloroso crónico, hipertensión arterial sistémica controlada, displidemia mixta, miositis por cuerpos de inclusión, dependencia severa para realizar sus actividades básicas de la vida, diabetes mellitus tipo I controlada y trastorno del sueño.
“En sus actuales condiciones está comprometida su capacidad de autonomía funcional, lo que le impide realizar sus actividades básicas de la vida diaria/cotidiana de forma independiente (desvestirse, vestirse, ir al baño, bañarse, desplazarse, caminar etc., y se hace necesario garantizar ciertas condiciones especiales de manejo y cuidado, así como la asistencia permanente por parte de una persona entrenada”, se puede leer en el dictamen.
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En vista de ello, el Instituto Nacional de Medicina Legal también advirtió que el exalcalde necesitaba que se le garantizaran de forma continua los medicamentos ordenados por los médicos tratantes, así como las condiciones de dieta prescrita por nutrición y dietética, y la valoración, manejo y seguimiento médico especializado.
En conclusión, los encargados de la valoración determinaron que en este momento y por sus condiciones actuales, Ramiro Suárez Corzo presentaba un estado de salud grave “por enfermedad incompatible con la vida en reclusión formal”.
En diciembre pasado, la Defensoría del Pueblo también había pedido al juez de ejecución de penas devolverle el beneficio de la casa por cárcel o la detención hospitalaria al exgobernante, teniendo en cuenta la gravedad de su estado de salud.
Esto, tras una visita de verificación al lugar de reclusión en el que se encontraba Suárez, elevada por sus abogados, y en la que la Delegada para el Derecho a la Salud y la Seguridad Social constató que las condiciones en que este permanecía no eran las mejores y el deterioro de su salud es considerable.
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“Se trata de una persona adulta mayor, privada de la libertad, sin capacidad para el autocuidado y atención de sus necesidades fisiológicas, por padecer enfermedades metabólicas, descompensadas, sin tratamientos, que tienen en peligro la salud y la vida del señor Suárez, lo que mantiene la vulneración plena de los derechos fundamentales a la vida, salud y dignidad humana”, se puede leer en el documento remitido por el delegado de la Defensoría a Oswaldo Medina Posada, apoderado del exalcalde.
En este se advertía, igualmente, que en vista de la pérdida de movilidad que padece en sus piernas y la imposibilidad de desplazarse de manera autónoma, el exalcalde tiene que “hacer maniobras peligrosas para poder hacer sus necesidades fisiológicas y de autocuidado, teniendo que arrastrarse hasta la letrina”.
Así las cosas, al igual que el dictamen de Medicina Legal, la Defensoría aseguraba que el entorno carcelario en el que se encontraba Suárez no permitía que las graves enfermedades que padece pudieran ser tratadas.
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“La medida de prisión domiciliaria es proporcional y razonable, en función de la situación de salud de la persona, evitando así una afectación desproporcionada de sus derechos”, dice el documento de la Defensoría.
No prosperó la tutela
Pese a que el Juzgado 15 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de resolvió concederle la prisión intrahospitalaria al exalcalde Ramiro Suárez Corzo, hace apenas unos días la Corte Suprema de Justicia confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá que negó una tutela interpuesta por la defensa del exgobernante, con la que buscaba evitar su regreso a la cárcel.
Y es que una vez se ordenó su traslado a La Picota, en septiembre pasado, los abogados de Suárez elevaron un recurso de amparo reclamando su derecho fundamental a la vida, la salud, la integridad personal y el debido proceso.
Sin embargo, la acción de tutela fue declarada improcedente en primera instancia y posteriormente la impugnaron ante el alto tribunal, pero allí también consideraron que no era oportuna.
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Ramiro Suárez Corzo perdió el beneficio de la casa por cárcel el 19 de julio de 2023, porque, al parecer, incurrió reiteradamente en el incumplimiento de sus obligaciones, sin que se encontrara una justificación alguna.
Una vez el Juzgado Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Cúcuta le revocó la medida, este fue recluido en el piso 11 del Hospital Universitario Erasmo Meoz, en donde estuvo más de un mes por cuenta de una incapacidad médica.
Sin embargo, después del escándalo que estalló por el presunto uso de su habitación en el centro médico para hacer proselitismo político, en medio de la campaña a las elecciones de octubre pasado, el Inpec lo trasladó a una clínica en Bogotá y posteriormente se dio su regreso a la cárcel La Picota.
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