El domingo 27 de mayo de 2018 fue el día en que una de las figuras políticas del país de mayor relevancia como Germán Vargas Lleras, sufrió la derrota política más grande de toda su carrera, al quedar de cuarto, entre cinco, en la primera vuelta presidencial, luego de que en las encuestas era el favorito.
Ese día marcó el momento que abrió para Vargas Lleras un marginamiento casi total de la actividad política en el país, al punto que cuatro años después, en 2022, no quiso presentar su nombre para volver a aspirar a la Presidencia de la República.
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Su actividad de opinador sólo la limitó en ese largo tiempo a una columna de opinión, tal vez la más leída en el país, que ha mantenido en el periódico El Tiempo, desde donde ha cazado duras peleas, en especial con los gobiernos de Iván Duque y ahora con Gustavo Petro.
La reparación
El exvicepresidente de la República de siempre ha tenido un gran distanciamiento con Petro, aunque han mantenido una buena relación, lo cual se vio luego de que el nuevo mandatario ganó la Presidencia y se reunión con el jefe de Cambio Radical en su propia oficina personal.
Sin embargo, esa ha sido el primer y último encuentro, por el momento, entre Petro y Vargas Lleras desde junio del año pasado. Durante este tiempo la pluma crítica de Vargas se ha hecho más profunda en su artículo, al punto que decidió romper su silencio y volver a la palestra pública.
Lo hizo precisamente hablando del tema más controversial de los últimos días, la reforma a la salud, para lo cual él mismo llevó al Congreso de la República la reforma a la salud de su partido Cambio Radical, la cual marcó un evidente distanciamiento con la que llevó el gobierno Petro.
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Y con este planteamiento se distanció de la reforma de Petro: “No creemos que las EPS deban convertirse, liquidarse, marchitarse o convertirse en lo que el Gobierno ha anunciado, unas entidades dedicadas a ejercer auditorias. Esa función nunca la han cumplido, es una función propia de la Adres, no lo saben hacer. No compartimos la idea de reducirlas a un sistema que han denominado de call center, de referencias y contrarreferencias, a llamar a los pacientes a ver si los atendieron bien o si les dieron la cita oportuna. Si eso es en lo que las quieren convertir, se equivocan... sería un error craso del Gobierno descentralizar el sistema, dejarlo en manos de cada alcalde del país, de cada gobernador, la compensación de la prestación de los servicios y la autorización de los médicos, de la compra de medicamentos, del pago de cuentas. Solo conduciría a la peor politiquería y corrupción. Este es un punto crucial en donde no compartimos la opinión del Gobierno”.
Y si fue crítico con la reforma a la salud, Vargas esta semana también se fue contra la ley de sometimiento. Tras un encuentro con el fiscal general, Francisco Barbosa, el exvicepresidente sostuvo que “muy delicados son los temas de humanización como el tema de sometimiento, son muy graves las apreciaciones y tendremos oportunidad de presentarlas con la bancada en el Congreso. Se abre la puerta para un descomunal proceso de impunidad a muy graves de delincuentes”.
El jefe natural de Cambio Radical, además, en sus movidas se puso al frente del partido y lo hizo cuando lideró la cumbre de Cartagena, en donde se decidió que dejaban de ser independientes para declararse partido de oposición al Gobierno de Gustavo Petro.
Y si quedan dudas que es nuevamente muy visible, ahora es miembro de la mesa de Caracol Radio.
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