Al agua patos. Esa parece ser la consigna que prevalece hoy en el Centro Democrático y en sectores de centroderecha que, desde ya, buscan abrirse un cupo en las elecciones presidenciales. Si bien aún restan poco menos de dos años para los comicios, los movimientos, reacomodos y pujas no cesan en este y en otros sectores con miras a consolidar un candidato que rivalice con el petrismo en 2026.

La primera en lanzarse al agua en propiedad fue la senadora María Fernanda Cabal, quien viene recorriendo el país y que sorprendió con un mensaje en redes sociales en el que, reivindicando su pertenencia de antaño al partido del expresidente Álvaro Uribe,  ratificó que será candidata: “lo haré con todo orgullo representando a millones que claman orden y libertad”.

Sin embargo –de forma indirecta, pero con igual vehemencia–, otros candidatos estarían promoviendo tras bambalinas su propia candidatura. Uno de ellos es el senador Miguel Uribe, quien viene de ser cabeza de lista en las elecciones de 2022 y fue el más votado, incluso por Cabal.Esta semana, el congresista sorprendió con un video en el que, en tono de campaña, arreció en sus críticas contra el presidente Gustavo Petro e instó a volver a la época de “trabajar, trabajar y trabajar”. Lo anterior, en referencia directa al expresidente Álvaro Uribe.

Aunque el video recibió críticas y cuestionamientos, pues en las imágenes se decía que “a las 4:00 de la madrugada ya muchos (colombianos) nos levantamos” –lo que fue interpretado como una romantización de la madrugada–, lo cierto es que Uribe logró ser tendencia y poner a hablar a las redes.

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Incluso, el exsenador José Obdulio Gaviria, uno de los pesos pesados del uribismo, no tardó en interpretar el mensaje y, también en tono de campaña, resaltó la pequeña victoria del parlamentario: “dio en el blanco, en el clavo, los sacudió (...) Si eso les ocurrió con un saque de banda, cómo será cuando les cobre un tiro de esquina o un tiro libre”, dijo.

Recién el jueves, durante el Congreso Nacional de Minería, Uribe Turbay fue ovacionado y aplaudido por el público con cada crítica contra el Gobierno, lo que sin duda evidencia el camino abonado que va sumando con miras a los comicios.

“Agradezco el apoyo de los colombianos. Es la mejor motivación para seguir oponiéndome y combatiendo a un Gobierno que le está haciendo daño al país. Ese respaldo demuestra que estamos haciendo lo correcto y no podemos rendirnos. Valoro cada manifestación. Más adelante tomaré una decisión”, dijo Uribe Turbay.

Por lo menos en el Centro Democrático la meta inicial está clara: lograr el guiño del expresidente Uribe, que hace dos años le cerró la puerta a Cabal por favorecer a Óscar Iván Zuluaga, que finalmente no llegó a la recta final del proceso. De allí el afán de la congresista por ser tenida en cuenta en esta elección; no obstante, también comienzan a levantar la mano otros congresistas como el antioqueño Andrés Guerra, la paisa Paola Holguín o la senadora Paloma Valencia.

Recientemente, Uribe –de visita en Cali– también se anticipó a las elecciones y ante un grupo de congresistas y seguidores celebró la baraja que comienza a conformarse, pero instó “recuperar la credibilidad y el afecto”, antes de aventurarse en candidaturas: “cuando los veo ustedes y los escucho digo ‘hay con quién ganar en el 26’, pero necesitamos una agenda parcial: recuperar toda la credibilidad y todo el afecto en la opinión ciudadana”.

Inclusive, por su parte, también desde la entraña del uribismo el expresidente Iván Duque lideró un encuentro con quienes fueron sus ministros. Entre otras, uno de los temas que estuvo sobre la mesa fue justamente las elecciones presidenciales y quién, desde el duquismo, podría competir a nombre de esa facción.

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Una cantada consulta

En medio de la puja uribista por la bendición del expresidente, lo cierto es que quien resulte ungido no la tendrá tan fácil y deberá medirse de tú a tú con otros candidatos que desde ya parecen estar pidiendo pista. Una de ellas es la actual directora de la revista Semana, Vicky Dávila,  quien esta semana –aunque intentó desligarse de cualquier tufillo político–, arrancó correrías en Medellín.

En los mentideros políticos, la periodista –quien no confirma ni niega su aspiración–, se da como fija candidata. En el auditorio de la universidad Eafit,  de Medellín, Dávila arrancó una gira que se prevé se extienda por 30 ciudades. “Estoy aquí como periodista de más de 33 años de experiencia”, dijo la comunicadora en referencia a los ruidos cada vez más altos de su candidatura.

En paralelo, otras figuras políticas comienzan a ganar notoriedad. Otro de los considerados candidatos ‘outsider’ que suena es el abogado Abelardo de la Espriella, quien semanas atrás estuvo en ronda de medios opinando del oro y el moro.

Además, de la mano de una robusta bancada que junto al Centro Democrático se fortalece como oposición, figura el exvicepresidente Germán Vargas Lleras, quien –apalancado en estrategias en redes y su columna de opinión–, también pide pista en el partidor.

Por si fuera poco, en partidos como La U o los conservadores también prevalece la consigna de tener candidato propio y entrar en la cantada consulta con sectores de derecha y centroderecha. La U, por ejemplo, no deja de coquetearle al exfiscal Francisco Barbosa que, aunque comienza a ganar notoriedad en foros y otros escenarios, aún no se refiere directamente a una eventual candidatura.

Por ahora, quien parece ganar notoriedad es Dávila que, según la más reciente encuesta Invamer Poll, cuenta con una favorabilidad del 30 %, mientras que su desfavorabilidad asciende al 37 %. María Fernanda Cabal cuenta con una imagen favorable del 16 %, pero su desfavorabilidad asciende hasta el 39 %. Vargas Lleras, por su parte, tiene una imagen favorable del 26 %, mientras que Miguel Uribe cuenta con un 16 % de favorabilidad y Paloma Valencia cierra con un 11 %.

El escenario no deja de ser prematuro, pero –como reconocen opositores y petristas–, la actual coyuntura política, avivada por las frecuentes controversias de Petro y su desfavorabilidad, anticipan la campaña presidencial. Los otros sectores no se quedan atrás y la puja promete intensificarse con el pasar de los días.

Desaprobación de Petro persiste
En medio de los movimientos de lado y lado, la encuesta Invamer Poll reveló esta semana que el 66% de los colombianos desaprueba la gestión que ha tenido el presidente colombiano en sus dos años en el poder. La medición reportó un incremento del 4% en la desfavorabilidad en la gestión del presidente frente a junio pasado. Además, un 67 % de los colombianos considera que las cosas en el país están empeorando, frente a un 20 % que dice que están mejorando.

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