El llanto de Patricia no ha parado de correr por su rostro desde el día en que desconocidos la abordaron cuando caminaba por el centro de la ciudad y en un espabilo suyo le robaron su cabello y huyeron con rumbo desconocido.
Fue en cuestión de segundos que sucedieron los hechos en uno de los sitios más concurridos y vigilados de la capital nortesantandereana: el emblemático parque Santander.
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Los dos desconocidos, una mujer y un hombre, de apariencia joven, se le acercaron de repente, ella por el lado izquierdo y él por el derecho. Mientras la mujer le preguntó que si no vendía el cabello, el otro aprovechó para insistirle que se lo compraba. “Le compro el moño”, le dijo, ante lo cual Patricia les respondió que no tenía en venta su cabello.
Sin embargo, alguna sustancia que ella no percibió le fue rociada sobre su rostro y en cuestión de segundos empezó a perder la conciencia. Eran las 3 de la tarde.
Se calcula que Patricia estuvo deambulando por el centro porque vino a recobrar un poco su memoria a eso de las seis de la tarde, en las afueras de su casa, donde una vecina suya la encontró sentada en un andén.
“Me preguntó qué me pasaba, qué tenía, yo le respondí que me sentía muy mal, la vecina la miraba sorprendida”, relató Patricia.
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Lo que no se había percatado la mujer era que el asombro de su vecina era porque no le veía el hermoso cabello que siempre lucía cada vez que salía a trabajar en actividades de belleza.
Patricia admite que el robo de su cabello la afectó mucho; “Fue como si me hubieran violado”.
Este caso se suma al de otras cinco mujeres que en los últimos 15 días han sido blancos de las bandas de robo de cabello, que también aprovechan para hurtarles sus celulares y dinero a sus víctimas en la ciudad.
Aunque no existe certeza de la sustancia que los delincuentes emplean para reducir a la impotencia a sus víctimas, expertos presumen que se trataría de la conocida escopolamina o burundanga, dadas las condiciones de pérdida de conciencia y somnolencia que les produce.
Según las afectados, por su acento, los miembros de las bandas que están detrás de este delito serían extranjeros. En unas zonas de la ciudad, como en el centro, actúan jóvenes, y en otras, mujeres adultas.
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Lucía, de 63 años, otra de las víctimas, relató a La Opinión que a ella la abordó una mujer de unos 58años, en pleno centro de la ciudad.
“Con mucha amabilidad me preguntó que si ya me habían dado el carné para el mercado de las madres. Eran las 11 de la mañana. Caminamos unas tres cuadras y al llegar a una cafetería me dijo que mientras abrían el sitio nos tomáramos un juguito, y después de consumirlo no supe más nada sino hasta después de las dos de la tarde que un taxista me encontró tirada en el canal Bogotá. Me robaron la plata y los zapatos que llevaba puestos”, relató la mujer.
Es evidente que le echaron burundanga, porque mi mamá perdió la conciencia y quedó a merced de esa delincuente”, dijo una hija de Lucía.
Otras cuatro mujeres que pidieron no revelar su identidad, manifestaron a La Opinión que al igual que le pasó a Patricia y a Lucía a ellas también delincuentes jóvenes las abordaron en el centro de Cúcuta y les robaron sus cabellos y celulares.
Puede conducir a la muerte
La burundanga está siendo usada con fines delictivos para despojar las pertenencias de las personas, y este uso puede conducir en algunos casos a la muerte por la condición de planta tóxica.
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¿Por qué pone indefensas a las personas?. El experto toxicólogo, Gabriel Rincón, manifestó que es porque la planta tiene un agente tóxico que bloquea el sistema colinérgico y en especial va a unos receptores muscarínicos y esto exacerba un cuadro siquiátrico, sicótico, sistémico, neurológico, un cuadro cardiotóxico que influye definitivamente en el estado basal o natural del ser humano.
Rincón dijo que la escopolamina lleva a dificultades en la tensión, memoria y a un problema emocional, dado que se convierte complaciente y voluntarioso el individuo afectado frente al delincuente.
Policía investiga
La Policía Metropolitana de Cúcuta tiene a investigadores detrás de estas bandas que delinquen en la ciudad valiéndose de la sustancia conocida como escopolamina o burundanga.
“Del seguimiento que se tiene ya en los próximos días se librarán las órdenes de captura”, aseguró un investigador judicial.
La Policía recomendó a los cucuteños tener mucho cuidado con las personas que se les acerque en la calle. Hay que desconfiar y no recibir alimentos ni bebidas de extraños. Y también mantenerse alejados de desconocidos que les entable conversación en la calle.
Sobre las mañas de las que se valen estos delincuentes están las del billete de lotería que aseguran se ganaron y necesitan cobrar. “Se acercan a la gente preguntando dónde pueden cobrar la lotería. Otra excusa es ofreciendo mercados, carnés de los programas sociales del Estado, como familias en Acción, Sisbén y hasta el Permiso por Protección Temporal que entrega Migración Colombia”, revelaron los investigadores judiciales.
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Los delincuentes que emplean la burundanga suelen actuar en sitios con presencia de mucha gente, como parques, el centro de la ciudad, supermercados de cadena, entre otros.
El secretario de Seguridad y Convivencia Ciudadana, Ángel Álvarez, reafirmó lo expresado por la policía y lamentó que la comunidad no esté denunciando estos casos. Las víctimas con las que habló La Opinión reclamaron mayor vigilancia en el centro a la Policía.
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