Una de las preocupaciones mensuales que tiene Alfonso Valero, residente de Los Patios, es el gasto de $450.000 en arriendo de la vivienda, en la que habita junto a su esposa e hija, porque “no ha terminado el mes, cuando ya se está pensando en el próximo pago”.
El domiciliario expresó que no solo es el arriendo lo que pesa en su bolsillo, también hay que sumar el costo de los servicio públicos. “Yo, que no tengo un ingreso fijo, tengo que luchármele a diario para pagar la vivienda y los demás gastos”.
Y es que los precios del alojamiento vienen en aumento. El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) informó a La Opinión que, de enero a mayo de 2023, la inflación en esta subcategoría en Cúcuta y su área metropolitana fue de 3,87%. El año pasado, en el mismo periodo, la variación fue de 1,65%, un poco más del doble.
En los últimos doce meses, con corte a mayo de 2023, la variación anual en arriendos fue de 6,41%. Mientras que la inflación anual registrada a mayo de 2022, fue de 3,87%, según reseña el reporte del DANE.
A nivel de Colombia, el IPC anual en esta subcategoría es de 5,40%, mientras que en lo que va de 2023 es de 3,72%. Por lo que el panorama nacional no es muy diferente al local.
El panorama del mercado
La Opinión hizo un sondeo y encontró que rentar una casa o apartamento de tres habitaciones está entre $700.000 y $800.000 en barrios como Prados del Este, El Llano, Boconó, Chapinero, La Merced, Loma de Bolívar y García Herreros.
Inmuebles con dos habitaciones o una rondan los $600.000. Además, entre más alejadas las viviendas de la zona céntrica, su precio baja un poco, por lo que, con suerte, se consiguen pequeñas edificaciones entre $400.00 y $500.000.
“Los arriendos se pusieron muy costosos”, afirmó Paola Boscan, quien lleva dos semanas en busca de un inmueble que tenga adjunto un local, debido a que tiene un restaurante. Su propósito es encontrar un inmueble que se ajuste a un presupuesto de $2 millones, pero los precios en el mercado están por arriba de los $6 millones.
“Una casa en el barrio El Páramo, sin local, está en $1.200.000. Hace 5 años, cuando llegué a vivir allí, costaba $600.000. Solo las casas que he visto en la ciudad están en $800.000 o $900.000. Si no consigo, me toca seguir en donde estoy, pero los servicios están caros”, concluyó Boscan.
La inmobiliaria Ciencuadras.com precisó a La Opinión que el valor de los cánones de arrendamiento ha tenido un comportamiento al alza; en abril, la distribución en los inmuebles residenciales alcanzó el 7,7% en casas y el 7,5% en apartamentos, estas variaciones son las mayores en los últimos 4 años.
“El 82,7% de las búsquedas en el portal Ciencuadras.com entre enero y mayo del 2023 ha sido en inmuebles en arriendo, lo que demuestra el alto interés de la demanda de los colombianos sobre esta modalidad de vivienda. Los meses con mayor intención en arriendo han sido enero y marzo, superando las búsquedas en arriendo entre a https://www.ciencuadras.com/
Ciencuadras.com aseguró que las ciudades con más incremento son Barranquilla, con 8,7% para casas; y Cartagena, con 8,4% para apartamentos, en términos anuales. Entre mayo y abril, Medellín lideró la variación para casas y apartamentos, con 0,9%.
La mitad vive en arriendo
El economista Christian Samir Méndez, investigador y profesor universitario, expresó que la variación en la inflación del arriendo, aunque no es tan alta como lo ha sido en alimentos y bebidas no alcohólicas, el trasporte y la comida en restaurantes, pesa en el IPC general de Cúcuta y su área metropolitana.
“El ingreso disponible que tienen los hogares, después de pagar alimentos y transporte, también debe destinare al arriendo, lo que implica limitaciones en poder adquisitivo y lo cual preocupa. Por eso, se requiere impulsar la política de vivienda en el país, que permita a los hogares vulnerables tener vivienda propia”, agregó Méndez.
De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del DANE, el 40,2% de la población en Colombia vive en arriendo o subarriendo, es decir, cuatro de cada diez habitantes. Sin embargo, por departamentos. En Norte de Santander es mayor, al registrar 46,8%.
El economista Christian Samir Méndez expresó que también se ha percibido, desde hace algunos años, especulación en los precios de la renta de alojamiento, lo cual alarma, porque golpea los hogares de bajos recursos, en un contexto además con altas tasas de informalidad laboral, desempleo, desigualdad y pobreza.
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