Avanza en el Congreso el trámite de una norma que busca eliminar impuestos a la gasolina y al ACPM, con el objetivo de reducir su alto costo. La semana pasada, en la Comisión Tercera de la Cámara, se aprobó en primer debate el proyecto de ley presentando por el representante Wadith Manzur.
Manzur destacó que el texto pasará la plenaria de la Cámara, para luego ir a la del Senado, con el fin de “dar la lucha”. “Tenemos que demostrarle al Gobierno que no podemos seguir incrementando los precios de la gasolina y, mucho menos, del ACPM. Hay que buscar soluciones”, indicó.
La directora ejecutiva de la Asociación de Estaciones de Servicio de Norte de Santander (Asesnort), María Eugenia Martínez, dijo a La Opinión que el proyecto permitiría que los combustibles tengan precios similares en todo el país.
Entonces, de acuerdo con la líder gremial, las demás regiones quedarían en las mismas condiciones que las de frontera, como Norte de Santander, que goza de hidrocarburos exentos (subsidiados), pues, no tienen el IVA ni el impuesto nacional.
“Ojalá se apruebe. Sería una decisión justa y acertada, porque no deberían tener impuestos. Así como lo logramos aquí, en toda Colombia se debería gozar de combustibles sin impuestos”, precisó.
Martínez sostuvo que, además, “hay muchas arandelas” en la estructura de precios para el departamento, como el de Costos de Cesión, que encarecen el producto.
“Costos por cesión es un recaudo que se hace para la reconversión sociolaboral de los pimpineros, quienes ya no existen. Es una plata que se está yendo a la Nación. El 9 de mayo me reuní con el Ministerio de Minas y Energía y le expuse ese tema”.
La directora ejecutiva de Asesnort manifestó que sería también una buena idea bajarle el porcentaje a las mezclas con biocombustibles, porque, por ejemplo, la gasolina tiene 10% de etanol, y “no necesita tanto”, porque “favorece a otros y no a los consumidores”.
El experto Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, explicó que el impacto fiscal, de aprobarse la norma, sería de $3.9 billones anual, o sea, 25% de un punto del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual afectará las finanzas públicas.
El proyecto de ley resultaría en una disminución significativa del 8,4% en el precio por galón de gasolina corriente y de 10% en el de ACPM.
“Sin embargo, no hay el contrapeso o la contrapartida que busque equilibrar este impacto fiscal que se causaría, sobre todo en un momento en que el recaudo tributario está disminuyendo. Para nadie es un secreto, y ya hemos hecho previsiones, que, posiblemente, este año habría un rezago de un poco más del 1%, es decir, cerca de $16 billones, en materia de recaudo tributario”, añadió.
El académico recordó que el director saliente de la DIAN, Luis Carlos Reyes, ha hablado de un atraso efectivo en materia de liquidez y de recaudo de $7.7 billones, en el primer trimestre del año.
“La norma favorecería al consumidor, pero si el Estado no tiene prevista la renta para reemplazar ese recaudado, indiscutiblemente podría darse un efecto fiscal. La situación para zonas de fronteras como Cúcuta sería neutra, porque ya gozan de exención tributaria”, concluyó el experto.
Para el presidente de la Fundación XUA Energy, Julio César Vera, es un error eliminar los impuestos a los combustibles, porque estos son el pago por el uso de un contaminante que genera deterioro y necesidades de inversión. Además, estos llevan a un uso racional y eficiente de la gasolina y el ACPM.
“La tendencia mundial está incrementar los impuestos a los combustibles, a través de los llamados impuestos al uso de carbono. Colombia, desde 2016, incorporó el impuesto al carbono a los combustibles, que tiene un valor muy inferior al mercado internacional. Aquí estamos hablando de 5 dólares la tonelada de carbono para el año 2020, pero en el mundo se está hablando de 20 a 30 dólares mínimo”, aseguró.
Vera destacó que el IVA en esos derivados del petróleo es bajo, solo del 5%, mientras que en los demás productos es de 19%.
Sostuvo que son cerca de $9 billones al año lo que dejan lo tributos de estos combustibles, “recursos muy importantes para el desarrollo de los programas sociales del Estado, de infraestructura y para el funcionamiento del aparato local institucional en muchas regiones”.
El experto propuso que el impuesto nacional sea diferencial, que dependa de los precios del petróleo, por lo que, cuando estos suban, el tributo sea más bajo y viceversa.