La curiosidad por el espiritismo y los espantos ha estado viva en los colegios de Norte de Santander, una prueba de ello han sido sospechosas situaciones en las que el misterio se ha apoderado de algunas instituciones educativas del departamento.
Entre ella se encuentra un sorpresivo suceso que sacó del olvido al municipio de Lourdes e hizo que su nombre sonara a nivel nacional el 11 de mayo de 2007.
Siendo las 9:00 a.m de aquel día, el miedo se apoderó del colegio Raimundo Ordóñez Yáñez bajo la creencia de que “el Diablo andaba suelto” con el desmayo y las convulsiones de varias estudiantes de noveno grado, que primero alertaron a sus compañeros de salón y luego convirtieron en un caos todo el colegio.
¿Qué estaba pasando? El entonces alcalde de Lourdes, Gustavo Pedraza Vargas contó que había recibido versiones contradictorias de lo que pudo haber sucedido.
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La primera, que muchas de las estudiantes, que estaban entre los 13 y 16 años de edad, parecían poseídas por un espíritu maligno. Luego, que al parecer estaban jugando con la famosa tabla ouija.
Las afectadas por los extrañisimos trastornos cursaban grado noveno, y esa situación preocupó a tal extremo a los directivos y profesores del plantel, que llamaron de urgencia al padre Rito Antonio Botello, en ese momento, encargado de la iglesia de Lourdes.
El sacerdote, cuando fue preguntado por un periodista de La Opinión sobre el motivo de los temblores y desmayos de las estudiantes, dijo que se trataba de un fenómeno muy raro y hasta sobrenatural.
El médico del pueblo también fue llamado e igualmente le pareció una situación fuera de lo común.
Según la información que se manejó en el municipio entre las estudiantes afectadas, 14 eran del colegio Ordóñez Yáñez y 5 del Hogar Juvenil Campesino, y aunque se rumoraba que el juego con la ouija se venía haciendo desde mucho tiempo atrás, no hubo claridad en la fecha que iniciaron con él.
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Lo que pasó con las estudiantes
Una de las niñas que soportó las consecuencias del juego contó que cuando entraban en trance les dolían las manos, perdían fuerza en los píes, comenzaban a llorar y a gritar, como afectadas por ataque de nervios hasta quedar inconscientes.
Y que aunque no era la primera vez que jugaban, solo en ese último juego se dieron cuenta de la reacción fuera de lo anormal.
Al ver sus reacciones, el sacerdote de Lourdes gestionó el apoyo del cura Pedro Alejandrino Botello, poseedor de conocimientos esotéricos y ese lunes, llevaron a las niñas al templo para oficiar un rito religioso y alejarles del espíritu del mal que posiblemente las tenía poseídas.
Más casos en Norte de Santander
El famoso caso de las “niñas poseídas” en Lourdes fue el primero y único relacionado directamente con el juego de la tabla ouija en el departamento y del que se tuvo registro a través de los medios regionales
Aunque después de aquella situación, se evidenciaron muchas más en las que espíritus, desmayos, convulsiones y el misterio fueron los protagonistas.
Aquí un recuento de esas situaciones registradas por La Opinión:
Desmayos de estudiantes en Durania (2013)
En el 2013, nuevamente se encendieron las alarmas, pero esta vez en el municipio de Durania, por varios casos de desmayos en el colegio de ese municipio.
En aquel momento por las principales calles del municipio, los habitantes comentaban temerosos sobre unos extraños sucesos que venían ocurriendo en la población.
Al parecer todo había comenzado un año antes, cuando una de las estudiantes de grado décimo sufrió un desmayo y tuvo que ser remitida a un centro asistencial. Entonces no hubo mayor misterio, pero tiempo después varias comenzaron a padecer varios síntomas como dolor de cabeza, frío corporal, nervios exacerbados, seguido de un estado de shock, hasta finalmente desplomarse.
Las versiones sobre una supuesta posesión demoníaca no se hicieron esperar, y la comunidad, que se ha caracterizado por su devoción religiosa, buscó consuelo en la iglesia
Aunque tiempo después, la idea de que todo se había iniciado tras una sesión de juego con la llamada tabla ouija, fue desmentida por la mayoría de niñas afectadas por los trastornos.
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Espíritus “se le metieron a los niños” en Las Mercedes (2014)
En el 2014, el raro fenómeno de los desmayos a causa de hechos paranormales llegó al corregimiento de Las Mercedes en Sardinata, despertando todo tipo de especulaciones.
Entre 23 y 30 niños del colegio monseñor Sarmiento Peralta cayeron desmayados uno a uno en medio de sus clases, algunos mostrando rasgos de histeria y convulsión en al menos tres salones de la institución educativa.
Lo que dio paso a las primeras versiones entre docentes sobre una supuesta posesión de sus cuerpos por espíritus malignos.
Los profesores llevaron a los jóvenes, que cursan sexto, séptimo, octavo y noveno grados al centro asistencial, donde fueron dados de alta al descartar intoxicación o lesiones físicas.
El alcalde de Sardinata en ese momento, Carlos Andrés Pérez, dijo que el rector le comentó vía telefónica que “hubo dos espíritus que se le metieron a los niños. Supuestamente uno fue de un guerrillero que gritaba y contaba cosas, y el otro fue de una mujer que había abortado a su bebé, lo que generó la cantidad de gritos”.
Lo que asustó a niños en el Colegio Club de Leones (2017)
“Tengo que ir porque alguien me llama”, balbuceó una menor del Colegio Club de Leones en 2017, señalando para los baños, antes de que desmayarse en los brazos su madre, quien angustiada fue a buscarla, alertada porque su hija, al igual que una treintena de estudiantes, estaba presentando extraños comportamientos.
En la institución, ubicada en la avenida 5A No. 6-63 del barrio Bajo Pamplonita, el pánico se apoderó de los estudiantes de primaria de la jornada de la tarde, quienes dijeron que habían presenciado extrañas figuras y escuchado voces que los llamaban.
La angustia de los padres fue total porque era la tercera vez que ocurría, solo que con mayor intensidad.
Al igual que en los casos aislados que con anterioridad se habían presentado en otros municipios, los menores tenían convulsiones, se desmayaron, vomitaban, se veían sudorosos, agitados y con la mirada perdida.
¿Qué estaba sucediendo? Una de las niñas contó a sus profesoras y familiares que vio en el espejo del baño una sombra de intensos ojos verdes que la llamaba y le decía que iba a acabar con su vida.
Ella habría llegado en estado de shock al salón de clases a contar lo que había visto, así que sus compañeros fueron hasta el baño para ver de qué se trataba, desatando el caos.
“Eso fue al entrar del descanso, nuestra compañera nos dijo que había visto algo terrible y fuimos a ver, y ahí empezó todo, porque los niños comenzaron a decir que también estaban viendo a un hombre vestido con ropa oscura y otros que escuchaban una voz como de ultratumba que les pedía que se acercaran”, fue el relato de uno de ellos.
Tragedias con la ouija en el mundo
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