Al principio se creyó que el incendio ocurrido ayer, antes del mediodía, en un almacén de bicicletas, ubicado en un segundo piso de la calle 5A con Avenida Los Libertadores, del barrio Colsag, se dio por algún cortocircuito o causa desconocida.
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Pero a medida que los minutos pasaban y los bomberos hacían su excelente trabajo para controlar la situación, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) fue conociendo algunos detalles que llevó a solicitar la presencia de las unidades de la Sijín y el Gaula para que se encargaran de investigar lo que verdaderamente sucedió.
Y es que las autoridades se enteraron que minutos antes de iniciar la conflagración, dos hombres encapuchados y armados, entraron al establecimiento y luego de amenazar las pocas personas que estaban ahí, las obligaron a tirarse al suelo.
Uno de los desconocidos les habría dicho a los empleados que contaran hasta tres y que luego salieron a correr. Y así fue. Las personas, tendidas en el suelo, escucharon una pequeña explosión y luego se levantaron, viendo que había fuego, en ese instante huyeron del lugar.
Pero cuando las víctimas se levantaron, no vieron a los dos hombres, ellos habían escapado rápidamente hacia la calle, donde serían esperados por otros cómplices.
Luego de eso, las llamas se expandieron y acabaron con todo a su paso, el almacén de bicicletas quedó totalmente incinerado.
“Los empleados, asustados, corrieron hasta el CAI Briceño, que queda a unos 300 metros del lugar de los hechos, mientras la candela consumía todo a su paso”, comentó otra fuente judicial.
¿Qué causó la acción criminal?
Extraoficialmente se conoció que presuntamente el dueño del negocio vendría siendo víctima de exigencias de dinero por parte de una banda criminal, pero no quiso acceder a la extorsión.
“Al parecer, le estarían pidiendo $40 millones de ‘vacuna’ para dejarlo trabajar tranquilamente”, comentó una fuente judicial.
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Y esto fue lo que llevó a que los dos criminales llegaran ayer hasta el establecimiento y lo quemaran, una acción jamás antes vista en Cúcuta y que confirmaría totalmente que la inseguridad está desbordada y que las autoridades hacen muy poco para frenar la racha violenta.
Los investigadores que asumieron el caso recopilan testimonios y videos de cámaras de seguridad de la zona para ubicar a los responsables y capturarlos.
Momentos de tensión y pánico
“Yo escuché una explosión y lo que hice fue salir a la calle, cuando vi fue que el segundo piso se estaba incendiando, por lo que llamamos a los Bomberos de Cúcuta para que controlaran la situación. Lástima las bicicletas que se perdieron, algunas llegaban a costar hasta los $15 millones”, señaló un testigo.
Los bomberos arribaron en tres camiones apagafuegos y lo primero que hicieron fue cortar el suministro de electricidad en el establecimiento.
Luego de media hora de echarles agua a las llamas lograron controlarlas y evitar que se expandieran a otros establecimientos y viviendas aledañas.
La conflagración paralizó el tráfico vehicular y peatonal por cerca de dos horas, mientras que los bomberos y policías verificaban lo ocurrido.
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