Villa del Rosario es un ‘diamante en bruto’ en cuanto a turismo se refiere, pues este municipio, que hace parte del área metropolitana de Cúcuta, tiene una riqueza histórica que no ha sido explotada y es por eso que hoy está en la mira de los empresarios de este gremio en Colombia.
 
Fue así como hace menos de un mes, en el IV congreso de la Confederación de la Industria Turística de Colombia (Confetur), que se llevó a cabo en Bucaramanga, se presentó una propuesta para volver al municipio histórico en un destino interesante para venir a esta zona fronteriza.

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Rudesindo Moreno, presidente nacional de Confetur, aseguró que, “queremos poner a Villa del Rosario como producto histórico para el escenario turístico nacional e internacional, es una memoria que se ha perdido y que nadie ha valorado”.

Y entre lo que tienen planeado es que se dé una ruta turística desde el Templo Histórico de la Casa de Santander, pasando por La Bagatela, entre otros atractivos, hasta llegar al corregimiento Juan Frío.

La idea sonó buena para los empresarios y para quienes participaron en el congreso, pero para gran parte de los familiares de las cientos de víctimas que fueron asesinadas por las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) en esa zona que limita con Venezuela, así como para algunas organizaciones defensoras de derechos humanos, no es algo sensato.

“Cómo se puede creer que en un sitio donde mataron e incineraron a cientos de víctimas se pueda hacer un lugar de turismo. ¿A quién se le ocurre algo así?”, señaló un líder social y defensor de derechos humanos, que pidió no ser identificado.

Además, Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, manifestó por medio de un mensaje en la red social X: “algunos no sabemos con qué intenciones quieren hacer de los hornos de Juan Frío, en donde los paramilitares incineraron a decenas de personas, un lugar turístico”.
 

Agregó: “desde la Fundación Progresar queremos aclarar que seguiremos luchando junto con las familias de las víctimas de desaparición forzada, por lograr que toda la zona sea declarada de interés forense. Que la prioridad debe ser la ejecución de un plan permanente de intervención forense, construido con organizaciones y familiares…”.

Sin embargo, el presidente nacional de Confetur comentó que con el proyecto no quieren revictimizar a nadie y que solo se busca poner en la memoria de los colombianos hechos de no repetición y de solidaridad con las víctimas, “porque en Juan Frío estamos proyectando un obelisco, porque con eso que sucedió allí, el mundo debe tener en claro que ni en Colombia ni en ninguna otra parte se puede volver a repetir, es un ejercicio de reconciliación nacional”.

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Además, ratificó que, “queremos clarificar que el concepto de distrito turístico empieza desde Villa del Rosario, por eso queremos recuperar lo que allí pasó, como la Constitución de 1821, desde La Bagatela, la Casa de Santander, ese es el punto de partida como producto turístico para saber cómo visibilizamos a Norte de Santander, que ni los colombianos le hemos dado el valor significativo y acompañado de eso tenemos la situación que se presentó en Juan Frío”.

¿De dónde nació el proyecto?

Durante la exposición de este proyecto, en el IV congreso de Confetur, se conoció que todo nació a raíz de la estrategia del Gobierno nacional que llamó ‘Colombia destinos de paz’.

Ante eso, Jorge Iván Laverde Zapata, excomandante de las Auc; Emiro del Carmen Ropero, conocido como ‘Rubén Zamora’, exjefe de las Farc; y Rudesindo Moreno, junto con otras personas, se reunieron para pensar qué podían hacer para reparar a sus víctimas en esta zona de frontera.

“El planteamiento que se hizo fue volver ese sitio como una zona turística, no para recordar lo oscuro que allí sucedió, sino para recomponer ese tejido social que se perdió y redimir el nombre de las personas buenas que allí perdieron a sus seres queridos”, señaló Laverde Zapata.

Además, indicó que, “gran parte de la sociedad rechaza lo que ahí sucedió, pero no podemos desconocer que allí viven campesinos y familias enteras que precisamente han luchado y trabajado por cambiarle la imagen por lo que ocurrió ahí. También hay una gran cantidad de víctimas que siguen buscando sus seres queridos y quieren trabajar por la paz y es gente buena y honesta”.

‘Rubén Zamora’ consideró que, “la iniciativa nació con la posibilidad de esos destinos de paz que quedaron consagrados en el Plan de Desarrollo nacional. Además, Juan Frío fue declarado un territorio sujeto de reparación colectiva, pero eso debe trascender de disposiciones oficiales, no se trata de que se le reconozca, se trata de que allí se construya de verdad la fuerza de la reparación colectiva y se generen todas esas condiciones y que es una responsabilidad del Estado”.

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Y ante esto, Rudesindo Moreno, presidente nacional de Confetur, afirmó que ya han tenido conversaciones con el alcalde electo de Villa del Rosario, Camilo Suárez, y con el de Cúcuta, Jorge Acevedo, para mirar cómo se genera un punto de encuentro y así sacar esta idea adelante.

Además, Confetur ya tendría un equipo trabajando en los temas arquitectónicos y de medios audiovisuales, porque es un proceso que arrancó hace varias semanas.

“Nosotros no seremos ni mercaderes de la paz ni del territorio, somos empresarios comprometidos en que la industria turística se convierta en una propuesta importante para los territorios”, explicó Moreno.

Jorge Iván Laverde recordó que, “lo que la gente debe rechazar es la presencia del Eln y los otros grupos ilegales que todavía se mueven en esa zona y siguen causando daño, dolor y lágrimas. La gente debe unirse, mirar sobre este tema y estudiarlo, pues esto no solo se debe aplicar en Juan Frío, sino también en muchas regiones de Colombia para espantar el fantasma de la guerra”.

Un sitio de mucho dolor

A finales de septiembre, un equipo de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) llegó a Juan Frío y La Uchema, un corregimiento y una vereda de Villa del Rosario, en busca de restos de lo que dejó la arremetida paramilitar en esa zona de frontera con Venezuela.

Parte de esa zona fue declarada como de interés forense por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pues ahí fue donde los hornos que tenían los trapiches y chircales dejaron de ser usados para el fin que fueron construidos, dándole paso a un atroz plan: incinerar los cadáveres de muchas de las víctimas de ese grupo criminal. Ni los mismos exparamilitares saben cuántos cuerpos se convirtieron en cenizas, ahí.

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Pero los resultados de esa primera intervención hecha por la Unidad de Búsqueda en el predio llamado Juan García, de la vereda La Uchema, no habrían sido nada satisfactorios, porque solo hallaron algunos vestigios, que Medicina Legal tendrá la difícil misión de verificar qué son y si sirven para extraerle ADN, para así establecer si serían de algunas víctimas que aparecen en el extenso listado de desaparecidos.

Y ante esta cruda realidad, es que hoy familiares de las víctimas y defensores de derechos humanos les parece descabellado ese proyecto, pues esperan que la inspección que viene haciendo la Unidad de Búsqueda encuentre los restos de cientos de desaparecidos que fueron incinerados y enterrados en esa parte de la zona rural de Villa del Rosario.

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