A unos cuantos días de terminar su mandato, el alcalde de Cúcuta, Jairo Yáñez, habló sobre uno de los temas que tantas críticas le ha valido durante su administración: la ratificación de Miguel Peñaranda en la dirección del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), pese al escándalo que protagonizó en 2022, al conducir en estado de embriaguez.
En entrevista con La Opinión, Yáñez aseguró que este se convirtió en un tema personal, pero que no fue una decisión que tomó solo, pues la junta directiva de la entidad también la conforman los alcaldes metropolitanos.
Lea también: Ofrecen ruta turística por pueblos del Táchira y Mérida
Dijo que su continuidad se dio, “En medio de la necesidad de que, técnicamente, se están abordando todos los proyectos de los Corazones de Barrio, muchos diseños y consultorías que se concentraron allí, lo cual hubiera necesitado que rápidamente buscáramos la forma de compensar esa ausencia, si la decisión hubiera sido otra. Lamentablemente al doctor Miguel le fue mal en un momento de decisión personal de tomarse unos tragos y eso se lo van a cobrar toda la vida, porque es responsable del tránsito y lo encontraron pasado de tragos”.
Sin embargo, al preguntarle si no resultaba contradictorio que mientras él defendía un discurso de rectitud, de moral, decidiera ratificar a una persona que puso en riesgo la vida de muchas personas, el gobernante manifestó lo siguiente:
Encuentre aquí: Nicolás Adriano Blanco: El genio del visual merchandising que deslumbra a los 17 años
“En este momento no podría explicar casi que a nivel de detalle y volverlo un tema tan emocional, porque él inmediatamente respondió ante las autoridades de control. Tiene un compromiso de pagar unas multas, un compromiso con la justicia colombiana ante la cual tendrá obligatoriamente que defenderse y sigue respondiéndole a los alcaldes, porque el alcalde de Cúcuta no fue el que lo nombró unipersonalmente. En su momento, él ha debido tomar otras decisiones para haber evitado que ahora toda la ciudad le caiga encima, pero, como digo yo, a uno lo miden por resultados y yo creo que después de esa equivocación, están los resultados de las obras que se ejecutaron”.
Concentración de la contratación
Sobre la concentración de la contratación en el Área Metropolitana, Yáñez respondió que lo hizo porque fue el Centro de Pensamiento Urbano el que diseñó los proyectos y en virtud de que la Secretaría de Infraestructura tenía ya un número importante de tareas pendientes, era necesario e importante descentralizar la contratación.
“La Dirección de Planeación tampoco tiene una oficina de diseño, no tiene un departamento de construcción, entonces, todo ese rediseño lo tuvimos que abordar a partir de la creación del Centro de Pensamiento Urbano, que estuvo a cargo de personas de la mayor experiencia. Se abrió la contratación, todo se contrató vía Secop, todo ha tenido las interventorías del caso. El que tenga dudas, que presente las denuncias con pruebas”, señaló.
Le puede interesar: Cúcuta entra en suspenso por decisión que se tome en Plan Las Lomas
Dijo que entiende la crítica que ha suscitado esa decisión, pues a un alcalde o a una administración la miden por resultados. “Pero pienso que detrás de una entidad adscrita a la Secretaría de Infraestructura o a la de Planeación debe haber un ente estructurador y constructor, con el suficiente músculo técnico y de diseño para que acometa con velocidad las infinitas necesidades de la ciudad y que sirva, paralelamente, de herramienta consultora de las juntas comunales. Pero lo más importante de este tema del Área Metropolitana es que quien tenga pruebas de la malversación de recursos, que las presente”.
Corazones de Barrio
Con relación a las demoras en la entrega y ejecución de uno de los proyectos bandera que impulsó el gobierno de Jairo Yáñez, los Corazones de Barrio, el saliente reconoció que el tiempo les pasó factura y tuvieron problemas con algunos contratistas.
“Estos son proyectos ambiciosos que en dos años y medio es muy complicado poderlos sacar adelante. La misma forma de estructuración, sus planos, sus especificaciones técnicas, la contratación, los recursos, la gran dificultad que tenía la administración para tener unas oficinas de planeación y de diseño de los proyectos”, sostuvo.
Y agregó que: “Ahora tenemos un departamento que creamos a través del Área Metropolitana que se llama el Centro de Pensamiento Urbano, que fue el ente que finalmente los asumió. Ahora bien, el tiempo sí nos pasó la factura y tuvimos problemas con contratistas. En el caso, por ejemplo, del Corazón de Barrio de Estoraques nos tocó prácticamente denunciar y amenazar porque ya estábamos desesperados que la obra no avanzaba. El de Scalabrini no se imaginan el lío predial que tuvimos que surtir por casi un año y medio o dos años, el de La Libertad ya está en el 94% de avance, el de Banco de Arena ya está prácticamente terminado y estamos estructurando ya su funcionamiento”.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion