En 2022, un 60 por ciento de los jóvenes de los municipios del área metropolitana de Cúcuta, El Tarra y Tibú, no se visualizaban en sus territorios en una década, un índice preocupante que motivó el desarrollo del proyecto “Impulso Juvenil, transformando el territorio”, un programa interagencial, implementado con recursos del Fondo de Naciones Unidas para la Paz, FAO.
Dos años después, la percepción ha ido cambiando, toda vez que más de 400 jóvenes se han ido involucrando en el proyecto, creando y desarrollando iniciativas, que en este momento buscan afianzarse en sus territorios y consolidarse como emprendimientos autosostenibles.
Pero para que eso sea posible, se necesitan las garantías y el compromiso del Estado, a través de la institucionalidad, y ese fue uno de los objetivos del “Diálogo Regional de Tierras y Territorio”, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que tuvo lugar este jueves.
En este contexto, Agustín Zimmermann, representante de la FAO Colombia, destacó que luego de promover posibilidades económicas, es importante asegurar el derecho y acceso a la tierra, con el fin de “cortar con esa migración continua que hay desde lo rural a lo urbano, y que muchas veces genera entornos sociales de inseguridad y de vulnerabilidad”.
Destacó así la importancia de contar con el respaldo de entidades públicas con competencia en el tema, como la Agencia Nacional de Tierras o la de Desarrollo Rural, adscritas ambas al Ministerio de Agricultura, y de vincularlas más directamente a esta necesidad que tienen los jóvenes en el territorio.
Por su parte Juan Carlos Rodríguez, de la Corporación Nueva Sociedad de la Región Nororiental de Colombia (Consornoc) destacó la importancia de estas iniciativas para darles a los jóvenes esos espacios de que muchas veces reclaman y que la sociedad les niega por falta de confianza.
Señaló que es una oportunidad única para que “demuestren sus capacidades de autogestión y de incidencia en sus municipios, que permiten hacer también esos relevos generacionales en liderazgos de la región”, dijo Rodríguez.
Lea más: El motivo por el cual se ha desatado un conflicto en la comunidad de Montebello, en Los Patios
Los retos
Norte de Santander es visto como un territorio con gran potencial, pero no por ello menos complejo. El conflicto armado es una sombra latente que atenta contra proyectos como el que llevan adelante estos jóvenes en el Catatumbo y el área metropolitana de Cúcuta, porque de alguna manera terminan degenerando en el desplazamiento forzado, cuando los intereses no están alineados con los de los grupos irregulares.
Frente a esto, el representante de la FAO dijo que este tipo de proyectos apunta justamente a identificar los problemas de los jóvenes en el territorio e identificar las alternativas que puedan convertirse en medios de vida real.
En el caso puntual del departamento, se buscan opciones económicamente viables distintas a la coca, así por ejemplo muchos de los emprendimientos mostrados por jóvenes de Tibú y El Tarra tienen que ver con la producción de especies nativas como la palma, el cacao o el plátano.
Por esta razón -dijo Zimmermann- el trabajo de FAO se concentró sobre todo en generar y asegurar el acceso a tierra a jóvenes, a través de procesos de legalización con la Agencia Nacional de Tierras.
“Para nosotros, el primer paso, es asegurar medios de vida, “Uno de los hitos claves de este proyecto fue lograr que los jóvenes asumieran la percepción de que ellos tienen un derecho en el tema territorial, que ellos son un agente de cambio territorial y que la migración a las ciudades no es su única opción posible, por eso es fundamental el apoyo de las instituciones”, dijo el representante de la FAO en Colombia.
Lea más: Consulta para rector de Unipamplona arrojó el mayor respaldo para Ivaldo Torres Chávez
El representante de Consornoc dijo al respecto que el reto para estos jóvenes, en medio del contexto de la guerra, es demostrar cómo de estos procesos le apuestan a la paz “tal vez no en las grandes dimensiones como muchos esperarían, pero son pequeños jóvenes que han ido ‘evangelizando’ a otros jóvenes para decirles que vale la pena y es una alternativa frente a lo otro que lo seduce”.
El compromiso
En representación de la institucionalidad estuvieron presentes Dierman Patiño, director territorial del Ministerio del Trabajo en Norte de Santander, además de Javier Velásquez, coordinador de la Unidad de Gestión Territorial de la Agencia Nacional de Tierras en el departamento.
Ambos manifestaron la importancia de la juventud para estas entidades, a la vez que destacaron el compromiso que existe para apoyar las iniciativas que nacen desde este sector de la población.
Lea más: SuperGIROS continúa con programas sociales en el Catatumbo
Desde la Agencia Nacional de Tierras, Velásquez dijo, en relación al programa que acompaña la FAO, que uno de los retos es lograr que los jóvenes puedan desarrollar sus iniciativas sin tener que salir de su territorio, esto a propósito de las dificultades que se presentan en Norte de Santander, donde por tema de ordenamiento territorial, hay poca tierra disponible.
Uno de los aspectos claves en el tema del acceso a tierras, tiene que ver con la formalización de la misma, a través de la titulación.
En este sentido, Velásquez señaló los avances que se han tenido al respecto en el territorio, y anunció la apertura de tres oficinas más, en El Tarra, Teorama y Hacarí, a los fines de acompañar a las alcaldías, que son los principales responsables de estos procesos ante la Agencia Nacional de Tierras.
Asimismo, destacó como punto de interés para los jóvenes, que a partir de los 16 años ya se puede tener acceso a la propiedad de la tierra, y en ese punto se van a enfocar, para apoyar el desarrollo de proyectos que garanticen que la juventud puede quedarse y echar raíces en su territorio.
Durante la jornada de diálogo regional de tierras y territorio, se abordaron tres grandes temáticas, una de ellas sobre las acciones transformadoras desde las juventudes, en las que se expusieron las estrategias para la participación juvenil en temas sociales, económicos y ambientales para la transformación del territorio.
Asimismo, se habló sobre la generación de entornos protectores para las juventudes, en los que se exploraron mecanismos para garantizar la protección de la participación juvenil en espacios de incidencia.
De igual modo, se hicieron planteamientos de políticas públicas y programas para la construcción de paz territorial, a fin de hacer no solo una revisión colectiva de los acuerdos y avances alcanzados, orientados a garantizar la continuidad del trabajo realizado en el marco del proyecto.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion