Producto del conflicto armado que ha reinado en Colombia durante muchas décadas, miles de víctimas tuvieron que huir de sus hogares para escapar de las garras de la guerra.
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Norte de Santander es uno de los departamentos que más ha sufrido las consecuencias de esta dinámica, obligando a las personas a desplazarse de sus residencias a otras zonas como Venezuela. Sobre todo los campesinos de las regiones más afectadas como El Catatumbo.
Para tratar de compensar los daños y restituir las tierras que les fueron despojadas a las víctimas se creó la Unidad de Restitución de Tierras.
Sin embargo, en Norte de Santander este proceso avanza muy lento gracias a que en la zona todavía impera la violencia y el conflicto armado. Es por esto que las víctimas, por miedo a represalias, se niegan a solicitar la restitución de sus tierras. Así lo dio a conocer a La Opinión la secretaria general de la Unidad de Restitución de Tierras, Jaqueline Campos Rincón.
Las cifras
Esta entidad gubernamental solo ha recibido 5.683 solicitudes para la restitución de sus tierras y apenas 1.324 familias, de las miles que han sufrido consecuencias de la guerra, han sido beneficiaros. La más reciente ocurrió el 14 de mayo cuando víctimas de Salvatore Mancuso en Los Patios recibieron justicia y se les entregó su vivienda.
De acuerdo con la secretaria de la unidad, las demoras tienen que ver con dos aspectos: la violencia desmedida que aún es protagonista en estas zonas y que producto de la misma guerra ni el Gobierno Nacional puede entrar a zonas de alto riesgo, como el municipio de Tibú, para hacer los respectivos estudios.
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Esto último se puede evidenciar con las siguientes cifras: el municipio con más número de solicitudes para que les restituyan sus tierras es Tibú con 2.141,y le sigue Cúcuta con 761 solicitudes. Sin embargo, es Cúcuta el lugar con mayor número de sentencias para restituir las tierras con 128, mientras que en Tibú han fallado solo 117 veces.
A todo este escenario de temor y falta de confianza en las instituciones, se le suma la incertidumbre que dejaron las últimas noticias que llegaron desde los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y que refiere al anuncio de este grupo guerrillero de volver a los secuestros como método de financiación económica.
Y es que el año pasado en esta zona del país se presentaron 99 secuestros, de los cuales 48 fueron con fines extorsivos y los otros 51 simples. Solo en Cúcuta se registraron 15 casos, cuyo objetivo era obtener dinero por parte de los familiares de las víctimas. Todo esto según un informe de la Corporación Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos (Corporeddeh).