Aprenda a identificar a una persona depresiva con indicios de acabar sus penas en este mundo, como los 685 nortesantandereanos que en el 2021, quisieron buscar refugio en la muerte. 

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El Instituto Departamental de Salud (IDS) afirmó mediante un informe que los factores más comunes en lo que va del año, que llevan a las personas de la región a pensar en la muerte son: problemas de pareja, cuyo método frecuente es la intoxicación; problemas económicos, afectando su integridad con elementos cortopunzantes; o problemas de consumo de sustancias psicoactivas. 

En este 2022, según el IDS, el impacto ha sido mayor en mujeres (56.6%), que en hombres (43.4%). Siendo Ábrego, El Carmen, Pamplonita, Teorama y Pamplona los más afectados en intentos suicidas por cada 100.000 habitantes. 

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Las cifras no son alentadoras en el caso de los cucuteños, quienes solo el año pasado 342, quisieron terminar con su vida pero afortunadamente no lo consiguieron. “Este año en Cúcuta, van 77 casos, de los cuáles 7 son de población venezolana”, reveló el informe del IDS.

Y aunque es complejo en todos los casos identificar a una persona que quiere acabar con su vida, hay algunos signos importantes, que la Clínica Mayo, considera se deben tener en cuenta:  

1.    Hablar de manera frecuente de la muerte: deseo de no existir. 
2.    Tener al alcance medios para lastimarse. 
3.    Alejarse socialmente. 
4.    Fuertes cambios de humor. 
5.    No le encuentra sentido a ninguna actividad.
6.    Consumo de alcohol o drogas de manera frecuente. 
7.    Cambios de personalidad. 

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Asimismo, cuando se trata de casos agudos, lo mejor es ponerse en contacto con profesionales que puedan orientar de la mejor manera la situación por la que atraviesa la persona.

En Norte de Santander, se pueden comunicar a la línea amiga de la salud mental 067-5829571, disponible las 24 horas, la cual es promovida por la Secretaría de Salud Municipal.

En este número hay profesionales especializados y capacitados para dar la información y orientación en salud mental, también si es necesario brindar los primeros auxilios psicológicos si la persona lo requiere.

Es así como para la Organización Panamericana de la Salud “cada suicidio es una tragedia que tiene múltiples repercusiones sobre muchos sectores, e importantes efectos en amigos y principalmente sobre las familias, las cuales pueden tener afecciones aún mucho tiempo después de que un ser querido se haya quitado la vida”.

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El psicólogo Gerson Jaimes, magister en asesoría familiar, especialista en psicología clínica y terapeuta familiar y de pareja afirmó que “a pesar que se hable de suicidio y efectos familiares, es importante aclarar que la elaboración de la perdida es individual y entra a jugar un papel fundamental los recursos personales y las capacidades familiares para recuperar su estado de equilibrio”. 

Por tal razón, es fundamental prever las señales de alerta y ofrecer apoyo, alentar la persona a buscar ayuda, escuchar sin juzgar, respetar y reconocer los sentimientos, ser comprensivo y deshacerse de los elementos cerca con los que se pueda hacer daño.

Otro de los errores frecuentes que se pueden cometer con personas que tienen conducta suicida, como lo indicó en su informe la Clínica Mayo, es restarle importancia a las señales, o asumir que no lo hará porque las ha manifestado.

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“Quizás se pueda pensar que está exagerando, pero la seguridad es lo más importante. No eres responsable de evitar que alguien termine con su vida, pero la intervención puede ayudar a la persona”. 

De esta manera, se empieza a evidenciar cuando las personas que buscan ponerle fin a sus días, se alejan definitivamente de una situación que les parece imposible de manejar. Para MedlinePlus (Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos), los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o más de los siguientes factores:

•    Trastorno bipolar
•    Trastorno límite de la personalidad
•    Depresión
•    Consumo de drogas o alcohol
•    Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
•    Esquizofrenia
•    Historial de abuso sexual, físico y emocional
•    Situaciones muy estresantes

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Tipos de depresiones

La doctora Zuleima Esther Bitar Yidi, psicóloga, especialista en Docencia Universitaria, Magíster en Educación y conferencista, detalla que hay dos tipos de trastornos depresivos, uno mayor y otro menor que pueden conducir a pensar en la muerte.

“En el trastorno depresivo mayor, la persona ya no quiere comer, no se quiere vestir, hay una pérdida de peso, del sueño, hay fatiga, disminución de autoestima y una visión pesimista de la vida”, dijo Bitar. 

Es ahí donde la Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que viene la ‘desesperanza’, momento exacto donde se corre mayor riesgo de intentar un suicidio. 

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“La depresión mayor lleva al suicidio, ya no es solo que estoy triste, sino se da por medio de un proceso intenso en nuestro cuerpo. Esta debe ser atendida por un psiquiatra para que la persona reciba un tratamiento farmacológico”, enfatizó Bitar. 

En el caso del trastorno depresivo menor se puede acudir ante un psicólogo debido a que los síntomas son más leves. Puede durar años pero con menor intensidad de pensamientos fatídicos.  

“Hay insomnio, autoestima baja, afecta la toma decisiones, la concentración, entre otros pero es cuando llegamos a la desesperanza que ya se está listo en cualquier momento para atentar contra la misma integridad”.

La profesional de la salud mental también destacó que la persona que ha intentado ponerle fin a sus penas, es probable que lo intente varias veces, por lo que debe recibir mayor atención de su círculo social con el fin de salvar su vida. 

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¿Qué se puede hacer?

Algunas de las recomendaciones entregadas por la psicóloga Zuleima Esther Bitar Yidi, es no tratar de persuadir a la persona depresiva, escucharlos de verdad, con interés, explicarles dónde podría recibir ayuda profesional. 

“Hay que procurar que no esté sola, porque están presentando pensamientos irracionales”. 

En Cúcuta también hay un programa especial enfocado a la prevención de suicidios, llamado ‘Pégate a la Vida’ de la Universidad Simón Bolívar, que busca ayudar a tiempo a las personas que ya no le ven sentido a vivir. 

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“Yo manejo este programa desde hace siete años, y junto a estudiantes y comunidad educativa estamos en el grupo ‘decodificadores del silencio’, porque estamos atentos a quienes cambian su actitud o comportamiento para remitirlo y brindarle un acompañamiento psicológico gratis”, manifestó Bitar Yidi. 

Este programa trabaja de la mano del IDS para entregar rutas de apoyo a las personas con comportamientos suicidas.

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