Como si tratara de una premonición, las lluvias en El Tarrita arreciaron con fuerza justo el mismo día en que llegaron a ese territorio los dos puentes metálicos que servirán para habilitar el paso en la carretera Cúcuta-Ocaña.

Días atrás, comunidades de esa zona rural del municipio de Ábrego, arrasada el pasado 31 de mayo por una avalancha que bajó desde la vereda El Molino, en Villa Caro, habían expresado a La Opinión sus temores por las dudas de que  las lluvias permitieran cumplir con los plazos dados por el Instituto Nacional de Vías (Invías) para acabar con el bloqueo vial que va a completar tres meses el próximo 30 de agosto.

Durante el fin de semana y el lunes festivo el río Tarrita volvió a enfurecer sus aguas y causó desbordamientos sobre la carretera y toda el área donde se venía trabajando en el acondicionamiento del terraplén donde se levantarán los estribos para uno de los puentes militares, de los dos que fueron llevados ayer por el Ejército.

De acuerdo con los plazos trazados por la empresa KMA Construcciones, a cargo de los trabajos,  la fecha prevista para entregar el terreno y los soportes para el puente El Tarrita vence el 20 de septiembre, fecha en que debe entrar en acción el Batallón de Ingenieros de Operaciones Especiales No. 90, para su respectiva instalación.

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La apertura de la vía está prevista para el 1 de octubre, fecha que pone a pensar al Invías sobre si será suficiente para tener instaladas las estructuras, toda vez que para este puente se tienen presupuestados 15 días.

Al margen de las lluvias, unidades del citado batallón comenzaron desde ayer las labores de alistamiento en el puente del sector El Turco, a fin de tener todo listo.

El director técnico y de estructuración del Invías, Mauricio Céspedes Solano, no ocultó su preocupación por las lluvias que en los últimos días arreciaron en la zona de la emergencia. 

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Tras un desplazamiento que comenzó en Bogotá con 4 camiones y una carga larga, para luego obtener más materiales en la base militar de Tolemaida, las estructuras de los puentes ya se encuentran en el municipio de Ábrego, Norte de Santander, donde el Instituto continúa con las actividades necesarias para entrar en la última fase de la emergencia. 
 

No obstante, durante varios días de la semana anterior hubo diferentes lluvias en la zona que impidieron actividades en los cuatro terraplenes que tendrán las dos estructuras metálicas, así como diversos trabajos complementarios.

 De igual forma, en el sector del puente  El Turco, donde se instalará un puente metálico de 27 metros, ya se fundió una de las dos losas que sostendrán la estructura. En este sitio, la semana pasada la empresa contratista KMA Construcciones informó que el avance de los trabajos allí no superaban el 20 por ciento, teniendo plazo para la entrega de los mismos el próximo 30 de agosto.

El gobernador Silvano Serrano, dijo ayer que hay optimismo porque los plazos y la apertura de la vía se produzca el próximo 1 de octubre, para lo cual se espera que las lluvias no sean motivo de atrasos (en los tres frentes de trabajo que tiene trazados la empresa contratista KMA Construcciones).

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Dio a conocer que el Invías informó que se están por entregar los diseños definitivos de los puentes en esta zona de la emergencia, toda vez que los puentes militares serán provisionales.

Dijo que conjuntamente con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, se viene adelantando el monitoreo permanente y el seguimiento de la quebrada El Molino, en Villa Caro, a fin de estar atentos a cualquier situación que pueda poner en riesgo la vida.

Serrano indicó que se acaba de firmar un convenio solidario para reparar los puentes secundarios que resultaron afectados por la avalancha. Aseguró que los subsidios de arriendo se empezarán a girar desde hoy.

Comunidades reclamaron subsidios de arriendo

Ayer, líderes de las comunidades damnificadas por la avalancha se pronunciaron en los medios de comunicación de Cúcuta por la demora que ha existido para la entrega de los subsidios de arriendo.

“Nos dijeron que los enviaban la semana pasada, pero eso no ocurrió, tampoco nadie nos ha dicho cuándo empiezan a construir los colegios que destruyó la avalancha y que tiene a más de 120 estudiantes recibiendo clases en un puesto de salud”, denunció Ana Milena Martínez, una madre cabeza de hogar de El Tarrita.

Los damnificados del Tarrita dijeron encontrarse en una zozobra por cuenta de la lentitud con que avanzan los trabajos a cargo del Invías y de KMA Construcciones, lo cual empezó a empeorar por cuenta del desbordamiento del río Tarrita y porque las lluvias, según los históricos que se han manejado de la zona, no amainarán sino hasta noviembre.

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Pero también se quejaron porque siguen esperando que se haga realidad lo del reasentamiento que anunció semanas atrás la Unidad Nacional de Gestión del Riesgos. "Se necesita la reubicación de El Tarrita, al igual que nos definan lo de nuestras viviendas y de las tierras para cultivar”, dijo Juan Ramón Celis, habitante de la vereda Brisas del Río.

La abogada de la Consejería Departamental de Gestión del Riesgo, Marly Montoya, aseguró a La Opinión que los subsidios no se pudieron girar la semana pasada debido a que se tuvo que buscar un operador que se encargara de la logística y solo hasta ayer, tras reunir todos los requisitos de ley, se recibió la cuenta de cobro para que dicho operador (Efecty) empiece a entregar los subsidios de los meses de julio y agosto.

“Teníamos dos opciones, que la gobernación les  girara a las cuentas bancarias de las personas, pero debido a la tragedia hubo pérdida de documentos y muchos jefes de hogar no tenían cuenta de ahorros, lo cual dificultaba la operación por esta vía. La otra opción es a través de un operador privado y así se hizo”, dijo Montoya.

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La funcionaria precisó que la plata para los seis meses de arriendo para los 161 jefes de hogar está asegurada. “Entendemos el clamor de la gente, pero se hizo como debíamos hacerlo. Entre mañana y el jueves la gente recibirá la plata a través de Efecty”.

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