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Cristo Rey de Ocaña, monumental patrimonio que llegó en tren
Muchos visitantes procedentes de distintos rincones del país e incluso del mundo llegan hasta el mirador turístico a disfrutar de un momento de esparcimiento.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Jueves, 5 de Agosto de 2021

Una campaña encaminada al embellecimiento y recuperación de las zonas verdes emprenden la Unidad Técnica Ambiental, el batallón de Infantería Número 15 Santander y Jardín Botánico de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña.

Las jornadas de reforestación se adelanta en el mirador turístico del cerro tutelar de Cristo Rey donde propios y visitantes pueden divisar el panorama del casco urbano de Ocaña y pasar momentos agradables al lado de sus seres queridos.

El presidente de la Junta de Acción Comunal, Álvaro Angarita López indica que están asegurados mil 800 millones de pesos para el arreglo de las viacrucis que conducen hasta el monumento con el apoyo de la gobernación del Norte de Santander.

Las autoridades ambientales trabajan en el embellecimiento del cerro tutelar de Cristo Rey en Ocaña.

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“Ya colocamos las letras de ‘Yo Amo a Ocaña’ y los domingos se adelantan eventos para promover el turismo”, precisó.

Un sitio digno de visitar

Muchos visitantes procedentes de distintos rincones del país e incluso del mundo llegan hasta el mirador turístico a disfrutar de un momento de esparcimiento.

El vocero comunal Miguel Roberto Navarro lo califica como el pueblito ocañero más cerca de las estrellas e invita a disfrutar de la apacible brisa y la hospitalidad de la gente.

Los abuelos narran que la monumental estatua de bronce con baño de cobre, fue fabricada en Barcelona (España), por el fundidor Barberi de la casa Bochaca. “Según testimonios, previo a la remisión hacia Colombia, fue exhibida ante un concurso de veinte mil personas, las cuales ovacionaron con gran entusiasmo al pueblo ocañero por el gusto demostrado en sus sentimientos religiosos y declarando que es la obra de mayores dimensiones que en Europa se ha construido para Sur América", señala el historiador Justiniano J. Páez.

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Tiene 6 metros de altura; diámetro completo del cráneo, 1.82 m, espesor del dedo pulgar, 0.21 m; ancho completo del busto, 3.96 m. Pedestal construido en ladrillo y cemento, con una altura de 12 metros; base en forma octogonal con un perímetro de 31.75 m. Total de la altura del monumento: 18 metros.

Un sitio digno de visitar

La bendición se llevó a cabo el 17 de agosto de 1935. Representa a Cristo con los brazos extendidos. Se encuentra localizado sobre el antiguo Alto del Hatillo o Cerro de la Horca, al nororiente de la ciudad. Fue declarada como Bien de Interés Cultural de Carácter Departamental, mediante Decreto 1144 de 31 de diciembre de 2003, expedido por la Gobernación de Norte de Santander.

“Frente al inalámbrico se erigirá próximamente una monumental y gigantesca estatua del Sagrado Corazón de Jesús, por feliz iniciática del reverendo Padre Ramón María Rosero, construida en bronce con baño de cobre cuyo costo fue de once mil quinientos pesos ($11.500), moneda legal colombiana, puesta en Ocaña. La escultura se hizo en los talleres de la casa Bochaca, de Barcelona”, indica el escritor ocañero en sus crónicas.

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Con su traída, verificada en tren expreso, el cable aéreo dio una muestra más de su gran resistencia, pues vino dividida en tres piezas, con total de tres y media toneladas de peso. Llegó a la ciudad en jueves 28 de diciembre de 1933, y se trasladó a la casa de don Lázaro Uribe, quien recibió las limosnas de los ocañeros para el pedestal.

“Para Ocaña fue un día de positivo júbilo el de la llegada del precioso monumento a su recinto, la que se efectuó en medio de una concurrencia de más de cinco mil almas, a los acordes de las bandas de música y cuyo entusiasmo religioso fue más encendido con los elocuentes discursos de los padres Jesuitas Rosero y Robles y del joven Francisco Uribe”, dice el cronista.

En la actualidad se hace la refacción de la imagen y se hace el embellecimiento de su entorno para perpetuar un recuerdo de la Hidalga Villa de Caro congelada a través de una fotografía.

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