En las estribaciones de la cordillera oriental y bañada por tres quebradas emerge en el paisaje natural de la provincia de Ocaña: El Carmen, un Bien de Interés Cultural de carácter nacional.
Era el camino más rápido para la comercialización de los productos agrícolas hacia la costa norte colombiana por la proximidad con el río grande de Magdalena, donde sus calles empedradas y las paredes de las casas pintadas de blanco y rojo conservan el embrujo de la época colonial.
El mandatario Wilfredo Gélvez Prado formuló un proyecto y concretó la inversión de 5.000 millones de pesos para restaurar todos los atractivos y convertir a la ‘Tacita de Plata’ o ‘Estancia Vieja’ en destino turístico de Norte de Santander.
La pujante población hace parte de la Ruta de la Gran Convención como eje de la dinámica comercial desde la zona del Catatumbo hasta el interior e incluso el exterior del país. “En el siglo pasado la extinta empresa Alianza exportaba a Europa el aceite de ricino”, indican los historiadores.
Una reliquia
El pasado 25 de julio se cumplieron 16 años de la declaratoria como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional (BICN) por parte del Ministerio de Cultura, al centro histórico del municipio de El Carmen, a través de la Resolución 929 de 2005.
La administración del municipio de El Carmen hizo un especial reconocimiento a todas esas personas que a lo largo del tiempo trabajaron con ahínco para lograr el objetivo y que, aún hoy, continúan velando por reconocer, conservar y preservar el patrimonio cultural arquitectónico, que no solo llena de orgullo a los carmelitanos, sino también a los colombianos.
El Carmen forma parte de los municipios más hermosos del país y está incluido en el Plan Especial de Manejo y Protección del Ministerio de Cultura (PEMP).
“Caminar por esta bendita tierra es encontrarse con calles empedradas y casonas construidas en tapia pisada y teja roja que han sido testigos de 335 años de historia, es revivir el sueño del poeta ilustre Luis Tablanca, es acercarse a conocer su cultura, la que guarda historias debajo de las piedras que conforman las calles”, dijo el alcalde.
Visitar este municipio es disfrutar de una variedad gastronómica y de productos agrícolas que aquí se cultivan, como lo son: el café, el cacao, el aguacate, la cebolla, el tomate, las frutas, entre otros.
“Recorrer El Carmen es una experiencia que tiene como resultado enamorarse de este municipio, donde aún resuenan las campanas de la parroquia, tocadas por las manos de gente buena, que tiene valores, con la fe intacta en que la palabra vale”, agregó el mandatario local.
El estratega de comunicaciones Jesús Paredes Casadiego manifestó que El Carmen “es el único pueblo no elaborado que conserva las tradiciones culturales y protege los sistemas ecológicos. Prueba de ello son las calles empedradas, casas de tapia pisada y expresiones artísticas que se proyectan a nivel nacional”.
Por ello se promueve el Festival Nacional de la Cultura Campesina donde se muestra el arraigo y el potencial existente en la zona. Se resalta, además, la arquitectura colonial, el patrimonio cultural que le mereció el título de uno de los municipios más hermosos del país.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion