En el caso de la prótesis de la niña de siete años, es un aparato biomecánico, que se activa con los movimientos del codo.
Al hablar de las bondades, Solano destacó en primer lugar el tipo de material del que están hechas las prótesis: ácido poliláctico o PLA, un material a base de fécula de maíz, con propiedades biodegradables y por lo tanto amigables con el medio ambiente.
En cuanto a la vida útil, explica que es relativo, pues en el caso de las prótesis para niños, las prótesis biomecánicas tienen una tiempo de uso de dos años, esto porque el menor está en constante desarrollo y la prótesis cambia con él; en el caso de la biónica, como la de Ricardo Torres, puede durar entre tres y cinco años.
“Una de las características súper importantes es que son ergonómicas, livianas, personalizables y de bajo costo, en comparación a las que se encuentran en el mercado”, dijo Solano, aunque aclaró que estas prótesis se hicieron con carácter de donación.
En todo caso, estima que el costo de estos aparatos es de cuatro millones de pesos.
Comprometido con mejorar la calidad de vida
Cada vez es más común ver cómo las diferentes ciencias se combinan para mejorar la calidad de vida de las personas y Camilo aspira seguir ese camino.
“Me llama mucho la atención lo que se puede lograr a partir de la combinación de la ingeniería mecatrónica con la medicina, me motiva además emplearlo para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que lo necesiten, especialmente las vulnerables, de escasos recursos y sin tener que cobrarles por ello”, dijo Solano.
De momento asegura que se mantendrá enfocado en la realización de prótesis para miembros inferiores, por tema de costos es lo que se le facilita ahora, aunque no descarta más adelante diseñar prótesis para miembros inferiores, pues observa un importante número de población afectada en esta parte del cuerpo.
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Apoyo clave
El apoyo que brindó el Tecnoparque del SENA en la materialización de la prótesis de Ricardo Torres fue fundamental y Solano así lo reconoció.
Aseguró que en esta institución consiguió los materiales, impresiones 3D, elaboración de tarjetas electrónicas y la asesoría de expertos.
Asimismo, tuvo impresión y diseño de la estructura, para mayor comodidad de la persona que recibía la prótesis.
“Invito a todos los jóvenes y a las personas a que, si tienen una idea, la saquen adelante, postulen metas, inscríbanlas y pueden acercarse a Tecnoparque para beneficiarse de muchas herramientas, materiales y conocimiento de los ingenieros del SENA”, dijo Camilo.
El Tecnoparque en Norte de Santander “es una gran plataforma para robustecer ideas y emprendimientos de manera tecnológica, permite hacerlo real y con buenos resultados”, indicó Carolina Duque, del SENA.
Por su parte, el director (e) Carlos Contreras aseguró que proyectos como estos seguirán siendo prioridad, para contribuir al desarrollo del departamento, pero sobre todo para procurar el bienestar de la población más vulnerable.
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