La colombiana Anyi Tatiana Montealegre Izquierdo, de 23 años, fue asesinada en la ciudad de Richmond, Texas, en Estados Unidos, presuntamente por su pareja sentimental, identificado como Jhon Didier Vanegas Romero, ambos oriundos de Gigante, Huila. El hombre le propinó varias puñaladas con arma blanca y por la gravedad de las heridas, la mujer falleció.
La familia de Anyi Tatiana pide ayuda para repatriar el cuerpo de la mujer, quien era enfermera y tenía una hija de dos años. La mujer había emigrado hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Actualmente se encontraba trabajando en un Mc Donald’s, luego de estar en México y llegar a territorio estadounidense en febrero de este año.
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“El día de ayer, mi suegra recibió una llamada por parte del padre del asesino, quien fue el que nos confirmó inicialmente que Anyi había sido asesinada por su hijo. Después nos comunicamos con el dueño del apartamento donde vivían; el señor nos indicó que, al ser informado de lo sucedido, llegó hasta el apartamento y encontró el cuerpo de Anyi en la habitación”, relató para medios nacionales Yuli Viviana Rojas, cuñada de la víctima.
La familia de la mujer fallecida aseguró que no cuenta con los medios económicos para viajar y poder despedirse de su familiar, por lo que piden que el cuerpo regrese a Colombia.
“Nosotros, aparte de pedir justicia para que el crimen de ella no quede impune y el asesino sea capturado, estamos pidiendo la solidaridad de la gente porque queremos traer el cuerpo de Anyi para poder brindarle una cristiana sepultura”, señaló un familiar.
El sospechoso se encuentra prófugo y lo están buscando las autoridades de Estados Unidos para que declare por el asesinato de la mujer colombiana. El hombre ya tenía antecedentes de maltrato y violencia en la relación. Sin embargo, la mujer estaba enamorada y decidió continuar con él.
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“Hace aproximadamente un año él me le metió como una docena de puñaladas. Estamos aquí en la casa y ellos llegaron de bailar, pero él la venía empujando porque tenía ese resabio cuando se emborrachaba. Mi hija le pidió que se fuera, le sacó la ropa de la habitación y yo le dije: amor, cálmese porque estaba la niña y no pensábamos que el man fuera así. Después cerraron la puerta y yo escuché que ella empezó a pujar, entonces entré enseguida, lo insulté, pedí a mi esposa que llamara a la Policía y me fui a buscar un machete, mientras tanto él salió corriendo. Nos tocó llevarla al hospital”, contó el padre de la víctima para La Nación.
Para ese mismo diario, el padre de la víctima recordó que siempre que hablaba con su hija le pedía que se devolviera a Colombia y no estaba de acuerdo en que se fuera para ese país.
“Yo le decía que aquí estaría bien y volvería a estar con su hija. Pero ella me decía que quería trabajar por allá al menos un año, para brindarnos un futuro mejor”.
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