Cinco personas fueron imputadas por la muerte por sobredosis de ketamina del actor Matthew Perry, estrella de la serie “Friends”, esta semana, en un caso presentado por el fiscal federal de Estados Unidos, Martin Estrada. Los acusados, entre ellos dos médicos y el asistente del actor, serían los responsables de suministrarle a Perry ketamina.

En la medicina, la ketamina se utiliza no solo en anestesia, sino también en el tratamiento de trastornos depresivos severos. “Debido a que está fácilmente disponible, es fácil de usar y es de bajo costo. La ketamina es uno de los agentes anestésicos más utilizados en los países en desarrollo. En algunos países se usa también con fines recreativos, como una ‘droga de fiesta’”, según la asociación siquiátrica europea.

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Este anestésico es también consumido por sus efectos alucinógenos. Según la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, la ketamina “distorsiona la percepción de la vista y el oído y hace que el consumidor se sienta desconectado y sin control (...) hace que los pacientes se sientan separados de su dolor y su entorno”.

Una autopsia había determinado que la causa de la muerte de Perry fueron “los efectos agudos de la ketamina”, una droga controlada que el actor, adicto en recuperación, estaba tomando como parte de una terapia supervisada. Según el fiscal Estrada, el actor había intentado los programas de desintoxicación, pero “volvió a caer en la adicción en el otoño de 2023”.

Dado que la ketamina puede ser administrada de diversas formas, como intravenosa, intramuscular, intranasal o incluso en forma de polvo, los riesgos de sobredosis varían dependiendo del método de consumo.

Cuando se administra en dosis mayores a las recomendadas, la ketamina puede causar alteraciones graves en la percepción sensorial, pérdida de coordinación motora, confusión extrema y, en casos severos, pérdida de consciencia, siendo este último síntoma lo que le habría ocurrido al actor antes de ahogarse en su jacuzzi en octubre de 2023, según detalló el informe de la autopsia difundido por la Oficina del Médico Forense de Los Ángeles en diciembre de ese mismo año.

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“Los acusados se aprovecharon de los problemas de adicción de Perry para enriquecerse. Sabían que lo que hacían estaba mal. Sabían que era un riesgo muy grande para Perry, pero lo hicieron igualmente”, dijo Martin Estrada, fiscal del Distrito Central del estado de California (oeste).

“Al final, estos acusados estaban más interesados en sacar provecho del señor Perry que en preocuparse por su bienestar”, subrayó Estrada.

Asimismo, el fiscal reveló la existencia de una "vasta red criminal clandestina responsable de distribuir grandes cantidades” al actor de 54 años de esta droga que produce alucinaciones, disociación (sensación de estar fuera del cuerpo), analgesia (alivio del dolor), amnesia y distorsión del tiempo cuando se suele consumir de manera recreativa.

*Con información de El Colombiano.

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