El libro La Ola Humana de Paul Morland plantea que el crecimiento humano exponencial ya había terminado y que ahora su crecimiento iba a ser mucho más lento e incluso podía empezar a declinar como ya se observa en varios países y ciudades del mundo, contradiciendo los escenarios poblacionales catastróficos que han dado para estudios como Los Límites del Crecimiento, una variante de la profecía malthusiana y que también usó el novelista de ficción Dan Brown para su libro Infierno. El libro de Darrel Bricker y John Ibbitson, cuyo diciente título es Planeta Vacío, plantea abiertamente el riesgo de un descenso poblacional, basados esencialmente en que la tasa de fecundidad de reemplazo (para mantener el tamaño de la población) de 2,1 hijos por mujer, promedio, no se alcanza ya en gran parte del mundo y que la única región del planeta donde aún esa tasa es más alta es África. Incluso China levantó la prohibición de tener solo un hijo, ante los retos inéditos y desconocidos que se asumiránde enfrentar un decrecimiento poblacional.“Los patrones de empleo cambian, se reducen las guarderías y las escuelas y hay un cambio de una sociedad orientada a la familia/niño a una sociedad individualista, con los niños siendo solo parte de la realización y el bienestar individual”, según citan a una investigadora Bricker e Ibbitson.
Lo que sabemos del estudio de sistemas complejos es que el crecimiento exponencial, muy común en este tipo de sistemas, tiene un límite o de lo contrario tendería al infinito. Un ejemploes el comportamiento del primer pico de una pandemia: inicia lento, se vuelve exponencial y decrece. Al hacer una gráfica acumulada de esa curva periódica tipo campana, se obtiene una figura en S alargada, una vez se alcanza el pico exponencial. En las pandemias los picos se repiten, en lo poblacional como todo es tan inédito no sabemos, pero el bajo crecimiento poblacional está asociado al desarrollo creciente y en particular al mayor niveleducativo femenino. Que el mundo vaya a retroceder su desarrollo, como quiere el gobierno Petro, no parece probable. Las oportunidades de hacer las cosas bien tampoco son infinitas.
“El gran acontecimiento definitorio del siglo XXI, uno de los grandes eventos definitorios en la historia humana ocurrirá en tres décadas, más o menos, cuando la población mundial comienza a disminuir. Una vez que comienza ese declive, nunca terminará”, escriben Bricker e Ibbitson. “...la población del planeta alcanzará su punto máximo alrededor de los nueve mil millones en algún momento entre 2040 y 2060 ... Para el final de este siglo, podríamos volver a donde estamos ahora y cada vez seremos menos”, continúan. “Algunos de los lugares más ricos del mundo están perdiendo gente cada año: Japón, Corea, España, Italia, gran parte de Europa del Este... China comenzará a perder gente en unos pocos años. A la mitad de este siglo, Brasil e Indonesia seguirán su ejemplo”, concluyen.
El área metropolitana de Cúcuta ya alcanzó pico poblacional;seguirá creciendo un tiempo,pero mucho más lentamente. Entre los censos de 1985 y 1993 el crecimiento poblacional promedio anual del área metropolitana fue del 3,10%, entre 1993 y 2005 bajó a un 1,88% y entre 2005 y 2018 alcanzó el 0,87%. La senda es clara.
El descenso de la poblaciónmundial llevará a que la única forma de ganarlapor paísserá mediante migración positiva. El crecimiento poblacional se volverá un juego de suma cero: alguien gana porque alguien pierde. Países alérgicos a la migración con decrecimiento poblacional como Japón, hoy se enfrentan también a un grave patrón de envejecimiento. Mientras, otros países afanosamente ya están estableciendo marcos migratorios controlados para suplir su descenso poblacional. El problema al futuro es que la migración que no sea por conflicto o hambre,será hacia los buenos vivideros.
Incluyendo la migración venezolana, en gran parte transeúnte, Cúcuta en 2050 no doblará su población. Arevisar las cuentas de proyecciones.