Luego de los hallazgos presentados en los monitoreos hechos por profesionales de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) para medir el nivel del ruido ambiental en varias comunas de la ciudad, los residentes del barrio Los Caobos, ubicado en la comuna 2, señalan que su barrio es el más ruidoso de toda la ciudad. 

Los restaurantes, heladerías y otros negocios comerciales que con el paso del tiempo han llegado al sector, los cuales han aumentado la actividad en la zona y el movimiento vehicular, son los motivos por los que sienten que Los Caobos merece recibir ese título y también, que se creen acciones idóneas para evitar que la contaminación auditiva continúe en aumento. 

“Entre residentes nos hemos reunido, hemos hecho mesas de trabajo también con el alcalde Jairo Yáñez, para que por favor le ponga un alto a los restaurantes. Ellos creen que por ser restaurantes o gastrobares pueden venir a poner la música a todo volumen e incomodar a los habitantes”, precisó una residente, quien prefirió mantener su nombre en reserva por seguridad. 

Con otros vecinos destacan que no se sienten en zona residencial tal y como figura en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y nunca hay tranquilidad, pues constantemente en los negocios hay música en vivo, música a todo volumen, los parlantes permanecen hacia la calle y en muchas ocasiones, aunque les pidan moderar el volumen, no les prestan atención. 

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“Nosotros tenemos derecho al libre descanso en nuestras casas, ellos ponen la música hasta las 3:00 o 4:00 de la mañana y uno trata de dormir con eso, pero suenan los golpes, el bajo de la música y eso es muy molesto, no podemos dormir los fines de semana, casi siempre empiezan los viernes con el ruido, pero a veces desde el miércoles”, añadió el vecino. 

Para tratar de mitigar el impacto, piden colaboración a la Policía para que les bajen a los decibeles de la música en la calle 17 o en la 15, porque el volumen es muy alto, a diferencia de otros restaurantes donde está siempre moderado y no afecta a nadie. 

Por otra parte, añadió que nadie hace nada por mejorar la problemática, que parece que lo único que importa es seguir otorgando permisos, pero no cuidar de la salud y calidad de vida de los ciudadanos.  

Lo que ocurre en Los Caobos

Desde la Subsecretaría de Medio Ambiente, adscrita a la Secretaría de Infraestructura de Cúcuta, señalaron que Cúcuta tiene una deuda histórica en materia de ruido ambiental. 

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“Desde el 2010 Cúcuta debería haber iniciado la construcción del mapa del ruido ambiental a través de la Corporación autónoma regional de la frontera nororiental (Corponor), actualmente no tenemos ese mapa de ruido ambiental, por eso el alcalde tomó la decisión de iniciarlo”, precisó el ingeniero Ángel Bohórquez, subsecretario de medio ambiente.

El funcionario añadió que para ese mapa es que se inició con los monitoreos de ruido en las comunas 1, 2 y 6 donde se identificaron más de 3.000 puntos generadores de ruido ambiental, en donde se identificó al barrio Los Caobos y toda su zona de restaurantes.  “Hicimos mediciones diurnas, nocturnas, en días festivos, en fines de semana y entre semana, todas esas mediciones se hicieron con sonómetros calibrados y avalados para ello”, añadió Bohórquez. 

Las mediciones arrojaron que varios sectores están por encima de los límites permitidos (90 decibeles), por eso, la Alcaldía ya quedará con la capacidad instalada para realizar estas mediciones de ruido ambiental (equipos y personal técnico capacitado) y luego se harán brigadas para identificar a los infractores y emitir después las acciones legales para lo que se requiere el acompañamiento de la Policía ambiental y el apoyo de Corponor.  

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