Los ahorradores que hacen trading deben tener ahora muy en cuenta la evolución del precio del petróleo porque los principales bancos centrales podrían no haber subido los tipos de interés oficiales por última vez en este ciclo debido a que la energía puede descontrolar la inflación.
Recordemos que el Banco Central Europeo subió los tipos de interés este mes de septiembre y acumula diez subidas consecutivas que han llevado el precio del dinero a su nivel más alto en 20 años. El objetivo del banco era el de luchar contra una inflación que le tiene ganada la batalla. En estos momentos, la inflación se sitúa en el 3% frente al 2% que tiene la entidad como objetivo.
Algo similar ocurrió con la Reserva Federal estadounidense y con el Banco Central de Gran Bretaña (BoE) pues no subieron los tipos de interés oficiales ante una inflación que parecía más controlada. Sin embargo, los responsables de las tres entidades directoras dejaron claro que todavía estaban dispuestos a subir el precio oficial del dinero si los datos macroeconómicos así lo manifestaban.
Por ejemplo, la Fed dijo que quiere esperar a obtener nuevos datos sobre los precios antes de decidir algún incremento antes de que acabe el año porque su objetivo es situar la inflación en el 2%. De momento, la inflación ha bajado del máximo interanual del 9'1 % de junio de 2022 a un 3,7%. La próxima reunión será a finales de octubre y puede traer novedades si la inflación, sobre todo la subyacente medida por el deflactor del PCE no baja más.
La referencia clara eran los datos sobre la inflación, tal y como recogieron los ahorradores en su trading, pues la dieron la espalda a los mercados tras estas declaraciones.Ahora el miedo es que los datos sobre inflación devuelvan el fantasma de las subidas de tipos.
Una idea similar manifestó el Banco de Inglaterra tras sorprender al mercado, que esperaba este mes una nueva subida de tipos, la decimoquinta. Finalmente, el BoE se quedó en 14 subidas consecutivas porque considera que su inflación se encuentra en descenso (6,7% en agosto), la tasa de paro es del 4% y la presión salarial superael 7%.
El petróleo se mantiene al alza sin perspectivas de bajar este año
El precio del petróleo sigue al alza. El contrato de futuros sobre el crudo de referencia en Europa, el Brent, tiene un precio superior a los 94 dólares en su próximo vencimiento de octubre, pero es que se va a los 97,8 dólares en el contrato con vencimiento en el mes de noviembre. No cabe duda de que el trading con el petróleo ha sido una buena elección estos últimos meses.
En los últimos tres meses, el brent se ha revalorizado un 28%, mientras que en lo que llevamos de año sólo ha ganado un 10%, lo que indica que es una tendencia más reciente. El precio vuelve a caer en el contrato para enero hasta los 92,6 dólares, pero ese sigue siendo un nivel muy complicado para controlar la inflación.
Si miramos el contrato de futuros sobre el crudo ligero estadounidense tipo West Texas, el de referencia en Norteamérica, la situación es muy similar, con el contrato con próximo vencimiento en los 93,6 dólares, tras revalorizarse un 35% en los últimos tres meses y un 16% en lo que llevamos de año.
En su caso, los precios caen hasta los 89 dólares en los contratos con vencimiento ya en 2024, pero se mantiene por encima de los 91 hasta diciembre. Todo esto refuerza la idea de que en una buena estrategia de trading caben todos los activos, no sólo las acciones, pues el petróleo ha dejado rentabilidades muy interesantes.
Goldman Sachs fueron los primeros expertos en hablar
Las últimas previsiones de los analistas y las últimas noticias del mercado hacen pensar también en precios del petróleo más altos durante más tiempo. Que se lo digan si no a los expertos de Goldman Sachs que han dicho que esperan que los precios del barril de petróleo tipo Brent alcancen los 100 dólares las próximas 52 semanas desde una previsión anterior de 93 dólares.
Goldman explica que su revisión al alza procede de una reducción de la oferta por parte de la OPEP y de una demanda creciente que compensarían el aumento de la producción desde los Estados Unidos.
Para ellos, es probable que la OPEP recorte su producción de petróleo durante más tiempo porque está llegando más oferta desde fuera de la organización, sobre todo desde Estados Unidos. La restricción de la oferta se ha suavizado en EE.UU. y los productores están explorando y explotando los yacimientos más rápidamente con máquinas más poderosas.
Además, considera que habrá más demanda de petróleo en 2024, pues la ralentización de la economía china muestra señales de haber tocado suelo. También se espera que India y Oriente Medio vivan fuertes aumentos en la demanda. Pese a todo ello, el alza en los precios del petróleo no hará descarrilar la economía estadounidense, según la firma.
Y esto es así porque la mayor parte de la subida ya ha tenido lugar, las medidas sobre las expectativas de inflación se ven bien ancladas y la Reserva Federal se centra en la inflación subyacente (la que no recoge los elementos más volátiles como son la energía y los alimentos).
Bank of America se une a las revisiones al alza del precio del petróleo
Por otro lado, los expertos de Bank of America (BoA) han elevado sus estimaciones sobre el precio del petróleo. Su previsión es que el contrato de futuros sobre el barril de petróleo de referencia en Europa, el Brent, alcance los 96 dólares de media en el último trimestre de este año. Esto supone que el petróleo siga siendo un buen activo para operaciones de trading los próximos meses, lo que resulta muy interesante.
Consideran que el incremento de los márgenes del refino está tirando de los precios del petróleo Brent junto a los recortes de la producción de Rusia y Arabia Saudita. Pero mantienen su previsión de 90 dólares para 2024 porque estiman que la oferta de otros países fuera de la OPEP crecerá en 1,2 millones de barriles diarios, impulsada por Guyana, Canadá, Estados Unidos y Brasil.
Desde BofA también están de acuerdo en que otro repunte de los precios del petróleo podría reavivar los temores inflacionistas en Estados Unidos, pero también en todo el mundo, lo que traería consigo nuevas subidas de tipos y más turbulencias financieras, pese a las oportunidades que puedan ver algunos en las ventanas para hacer trading.
Dicen los analistas de Bank of America que ante el compromiso de la OPEP+ de recortar su oferta de petróleo y la recuperación de China por el lado de la demanda, las reservas mundiales de petróleo (las del crudo ya extraído) deberían disminuir en 70 millones de barriles en los tres próximos meses.
Y en ING recuerdan también el problema del refinado
Warren Patterson es estratega jefe de materias primas de ING. Para el analista, una clave fue la entrada en vigor la semana pasada de la prohibición de exportar gasolina y diésel desde Rusia para intentar reducir la presión sobre el precio en el país de los combustibles para automoción.
Patterson recuerda que incluso antes del anuncio, las exportaciones de diésel desde Rusia ya estaban bajo presión porque se estuvo realizando el mantenimiento de las refinerías y un esfuerzo desde el gobierno para elevar la oferta en el país.
De nuevo, tenemos que hablar del trading porque también puede hacerse trading con la gasolina o el diésel. Sin ir más lejos, el impacto en el mercado del refinado ha sido claro del bloqueo temporal, pero sin fecha, ruso, el gasóleo del ICE subió un 4,51% el día del anuncio, mientras que el gasoil para entrega en noviembre superó los 37 dólares, indicando las tensiones en el mercado de los refinados.
Y todo ello porque Rusia es un proveedor clave de combustibles refinados a nivel mundial. Desde el país se exportan cerca de mil millones de barriles de diésel. Sólo Estados Unidos exporta más. Y ahora es cuando llega el invierno al hemisferio norte, con el consiguiente repunte en el consumo de combustibles para la calefacción.
Dicen los expertos de ING que la gravedad del impacto por la pérdida del diésel ruso sobre el mercado global dependerá de cuánto se alargue la prohibición. Esto abre una interesante ventana para el trading con materias primas, pero con el diésel y la gasolina en concreto porque acentúan el problema de desequilibrio entre la oferta y la demanda que también se percibe en el precio del petróleo.
Lo cierto es que el principal miedo de los bancos centrales es que la inflación procedente del repunte de los precios del petróleo, sean cuales sean los motivos que los impulsan, provoquen decisiones incómodas sobre las decisiones de los tipos de interés. Vamos, que se cumplan los peores temores y tengan que volver a subir los tipos y a hacer realidad sus amenazas. Esto será bueno para el trading, pero malo para las economías.
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