El nuevo alcalde de Cúcuta que tomará posesión el próximo 1 de enero deberá llegar al palacio municipal recargado de buena paciencia y sabiduría, pero también de un equipo de gobierno que combine a la perfección estas dos virtudes con lo técnico y lo práctico.
Las soluciones inmediatas y urgentes que esperan ver cristalizadas los cucuteños no dan espera ni aguantan más excusas, y las mismas tienen que ver con la malla vial de la ciudad, deteriorada al extremo en un 90 por ciento del territorio y por cuyo impacto también están afectados la movilidad, el servicio de transporte público y la conectividad interna y externa.
Se habla de que reparar la malla vial de la capital nortesantandereana demanda entre 1.2 y 1.5 billones de pesos, cifras que superan lejos cualquier presupuesto municipal, y es aquí en lo que debe demostrar el nuevo alcalde de qué está hecho y hasta qué punto es capaz de llegar con las gestiones para conseguir recursos de la nación e, incluso, del orden internacional.
En parte el atraso que se observó en este campo obedeció a la muy poca inversión que se destinó en la saliente administración con lo cual solo se alcanzó a reparar 75 de los 1.250 kilómetros que conforman la malla vial de la ciudad.
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En este mismo campo de la vialidad, algo en que están en deuda los alcaldes de turno es en poder definir y estructurar un modelo moderno y eficaz de transporte masivo de pasajeros. En esto debe trabajar casi que de inmediato el nuevo alcalde que asumirá las riendas de la capital nortesantandereana, dado que la actual administración no alcanzó a cristalizar este sueño de los cucuteños.
Saneamiento básico
Si bien la ciudad acaba de recibir un moderno acueducto, el metropolitano, que compartirá con Los Patios y Villa del Rosario, para dicha infraestructura no se concretó tampoco un modelo operativo ni queda definido quién se hará a cargo de su administración, por ello el nuevo alcalde de Cúcuta deberá reunirse con sus homólogos de los citados municipios y resolver si lo adjudican al actual operador del acueducto de Cúcuta, Aguas Kpital, que por ahora lo está administrando, o lo ceden a otro operador privado.
Asimismo, el entrante mandatario deberá concretar en el menor tiempo posible apoyo financiero para contratar las obras de las dos plantas de tratamiento de aguas residuales (Tonchalá y El Peñón) y que beneficiarán por en los próximos 30 años a un millón de habitantes, además de que se pondrá fin a la contaminación de los ríos Pamplonita y Zulia. En Los proyectos que deja la administración de Jairo Yáñez las dos PTAR cuestan 1.1 billones de pesos.
Seguridad en crisis
La seguridad es la otra papa caliente con que deberá debatirse el entrante mandatario municipal, como quiera que Cúcuta, en los últimos cuatro años, se mantuvo en el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo.
En solo homicidios este año ya se contabilizan 228, 19 por mes, lo que representa una estadística luctuosa similar a los tiempos del paramilitarismo. Otras soluciones inmediatas deben darse para el robo de automotores, de celulares y el atraco a mano armada, delitos de alto impacto en los que ninguna estrategia puesta en marcha en la administración de Yáñez dio los resultados esperados.
Informalidad, espacio público y habitantes de la calle, los lunares
Tres lunares en los que se esperan soluciones contundentes son el invadido espacio público, la informalidad desbordante y los habitantes de la calle.
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En el primero, ninguna de las administraciones de los últimos 20 años han podido avanzar con soluciones concretas y reales, por ello, el nuevo alcalde la tiene difícil para evitar engrosar la estadística de los que no pudieron devolver el espacio público a los ciudadanos.
Este problema va de la mano con la alta informalidad y el desempleo en que se debate Cúcuta, con índices entre los más altos del país. El entrante alcalde se encontrará también con una ciudad plagada de habitantes de la calle y con índices desbordados en el consumo de sustancias sicoactivas, producto del microtráfico que se expandió con la llegada de bandas criminales binacionales a la ciudad.
No se logró concretar
- La terminal de transporte
En las alcaldías de María Eugenia Riascos, Donamaris Ramírez, César Rojas y Jairo Yáñez tampoco ningún alcalde pudo dotar la ciudad de una terminal de transporte moderna y digna de esta capital fronteriza.
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- Catastro
La actualización catastral masiva de los 235.000 predios de la ciudad que planteó llevar a cabo el alcalde Jairo Yáñez deberá asumirla el nuevo alcalde, debido a que la ciudad completó más de diez años desactualizada.
- Nomenclatura
Pese a que en la administración de Donamaris Ramírez se invirtieron en la nueva nomenclatura de la ciudad cerca de 4.500 millones de pesos, esas piezas que identifican y orientan las direcciones no se ha instalado desde entonces. Se espera que el entrante alcalde le de ese regalo a la ciudad para que los turistas que lleguen sepan por donde se mueven en la frontera.
Obras en construcción
Las grandes obras que emprendió la administración de Jairo Yáñez, como lo son los seis Corazones de Barrio, el realineamiento y pavimentación de las avenidas las Américas y Kennedy, la construcción del colegio Nuestra Señora de Belén, el Par Vial del Aeropuerto, vías de La Divina Pastora, El Rodeo y Comuneros se encuentran en la recta final para su construcción y algunas de ellas no se terminarán en la actual administración.
El nuevo alcalde deberá hacer modificaciones al presupuesto para poner a funcionar, por ejemplo, los seis corazones de barrios, en cuyas edificaciones serán abiertas oficinas de gobierno.
Estas demandan no solo dotación en mobiliarios y equipos de comunicaciones, sino también personal.
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Queda una ciudad
más organizada
El nuevo alcalde encontrará una ciudad mejor organizada en lo administrativo y en lo financiero, ya que la administración que termina deja saneado el déficit de 25.000 millones de pesos con el que cargaba el municipio desde hacía 12 años.
Recibirá también un municipio más fortalecido en lo financiero con un presupuesto que pasó de 1.0 billón de pesos a 1,8 billones de pesos.
Además, con una cultura de pago recuperada que le permitió a la Hacienda recuperar las finanzas en 140.000 millones de pesos.
Otros aspectos en los que la ciudad tuvo una recuperación significativa están relacionados con los índices de desempleo, que termina el año en 10,7 por ciento frente el 33% en que se encontraba en 2020.
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Asimismo, y con el de informalidad al pasar en 2020 del 71% al 57,7 por ciento en 2023.
Lo anterior, según el alcalde Jairo Yáñez, porque se logró generar en los últimos 4 años 77.000 nuevos empleos en la ciudad.
Los proyectos estratégicos que la administración Yáñez deja con gestiones adelantadas corresponden a los de las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR); Sistema de Movilidad Metropolitano Conex; el Tren Del Catatumbo; Sistema Nacional Gas Natural; embalse multipropósito Cínera, 18 acueductos rurales; el policlínico de Atalaya Virgilio Barco, Segunda calzada anillo vial, y el Parque Eureka: Ciencia, innovación y tecnología en la frontera, etc.
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