Desde sus inicios a mediados del siglo pasado, San Rafael ha sido un barrio fundamental para Cúcuta y su área metropolitana. Su importancia tiene varias aristas, pero todas derivan hacia un mismo camino: la entrada a la zona céntrica.
Una perspectiva más amplia de este concepto se puede encontrar con Clara Villamizar, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), ya que según ella, “el barrio es importante porque es una de las entradas a la capital de Norte de Santander, y lo primero que se topan los turistas es con la calles de San Rafael”.
Otro factor que influyó en el crecimiento del barrio fue la construcción del Puente Benito Hernández, porque geográficamente, los viajeros que van al interior del país deben pasar por allí, lo que hizo del barrio un activo en lo comercial.
Dicha situación generó que a los alrededores de San Rafael, la población comenzara a asentarse y extenderse sobre el enorme cerro que lo rodea, haciendo que actualmente, gran parte de la población (en condición de pobreza extrema en su mayoría), resida actualmente ahí.
Ferrocarril, factor clave
Al ser uno de los sectores más transitados en Cúcuta, por obvias razones el auge del ferrocarril tenía que llegar a San Rafael, siendo una de las estaciones, trayendo desarrollo, tecnología, cultura e innovación a la ciudad.
Los vestigios del sistema ferroviario en la ciudad quedaron plasmados en los cimientos del barrio, pues uno de los restos mejores conservados del ferrocarril se puede encontrar en San Rafael, cerca al puente Benito Hernández, siendo este el letrero que advertía la llegada a la estación sur.